Adiós a José Antonio Justel, víctima de una brutal paliza en Gijón

«Era una bendición. Ni la justicia nos dará consuelo»

Abrazos y palabras cálidas para tratar de mitigar el dolor de una familia rota. Para tratar de consolar a Marcial y Josefina, sus padres, ante una terrible, violenta e inesperada pérdida.

José Antonio Justel era una persona buena, trabajadora, conciliadora y tranquila. Un buen padre y un buen hijo. También un buen amigo. «Era una bendición», recordaban esta mañana sus familiares en la localidad leonesa de Santa Marina del Rey.

José Antonio Justel falleció este domingo tras recibir una salvaje y tremenda paliza durante la madrugada del sábado. Nada pudieron hacer los médicos del HUCA por salvarle la vida. Su familia ha donado sus órganos.

Su funeral sirvió también para recordar a su hermana, quien en 2016 falleció tras no superar una larga enfermedad. «Sólo podemos acompañaros en este sufrimiento tan grande. Nadie está preparado para sobrevivir a dos hijos» dijo Ramiro Fernández Miranda, sacerdote que ofició la misa.

José Antonio Justel Alonso, leonés de 44 años afincado en Gijón con un hijo de cinco, falleció ayer en el HUCA tras no superar las graves lesiones provocadas por la salvaje agresión que sufrió la madrugada del sábado en Fomento. Le atacaron por la espalda. Sin posibilidad de defenderse. Sus atacantes le esperaron fuera del local de ocio nocturno del que habían sido expulsados por iniciar una trifulca con su víctima en el interior. Cometieron un crimen. Lo mataron. La primera acometida fue por la espalda y en la sien derecha de Jose Antonio, provocando que su cabeza se golpeara violentamente contra la fachada del edificio. Ya en el suelo, recibió golpes muy violentos que le hicieron entrar en parada cardiorrespiratoria. Los sanitarios de las dos UVI móvil estuvieron durante casi una hora tratando de reanimarle. Cuando lo consiguieron fue trasladado al HUCA, donde permaneció en estado de extrema gravedad hasta su fallecimiento.

José Antonio era cartero de Correos en Gijón. Horas antes de la brutal agresión que le costaría la vida había estado cenando en el centro de la ciudad. Deja a un hijo de cinco años y a sus padres. La familia ya había sufrido en 2016 el fallecimiento de su hermana mayor. Quien conocía a Justel le reconoce como una persona afable, amistosa y trabajadora. En septiembre de 2021, EL COMERCIO fue testigo de su examen para conseguir plaza fija en Correos, tras casi cinco años como temporal. Era la tercera vez que se presentaba, y a las puertas del recinto ferial decía estar «tranquilo y con pocas esperanzas».

Después de que el equipo médico certificara el fallecimiento a su familia, ésta decidió donar sus órganos a la Unidad de Transplantes del Servicio de Salud del Principado de Asturias. Los médicos forenses le hicieron una exhaustiva autopsia para tratar de determinar el número y la gravedad de los golpes que recibió, así como la causa de su muerte. Sus conclusiones serán claves para que la Fiscalía y la acusación particular articulen sus acciones.

La investigación del crimen corre a cargo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional. Los investigadores tienen en su poder varias pruebas videográficas que incriminan de forma clara y visible a al menos uno de los dos investigados. Las dos personas investigadas han sido identificadas; ahora la Policía trata de localizarlos. Los agentes se están encontrando con grandes dificultades para conocer el paradero del que consideran el principal autor material del crimen. Sospechan que el agresor podría haber recurrido a su amplio entorno familiar para zafarse de la detención.

La segunda persona implicada en la agresión, a quien algunos testigos consideran autor de una fuerte patada mientras la víctima se encontraba en el suelo, mantuvo durante las horas posteriores al crimen una actitud activa y ostentosa en las redes sociales, llegando incluso a subir capturas de pantalla de mensajes increpantes de otros usuarios. Al conocerse el fallecimiento de José Antonio Justel borró los vídeos cortos de su cuenta, su foto de perfil y privatizó el contenido del mismo.

A este individuo la Policía fue a buscarle a su vivienda familiar, pero su madre manifestó a los agentes que no había vuelto a casa desde la noche de autos. Los perfiles en las redes sociales de los agresores no tardaron en difundirse por distintos grupos ciudadanos de Whatsapp. Circula incluso una foto de los agresores la misma noche que golpearon a José Antonio.

Al cierre de esta edición, los agentes de la UDEV no han realizado ninguna detención, si bien el cerco a los agresores es cada vez más pequeño. Mientras tratan de localizarlos, toman declaración al personal de seguridad del local de ocio nocturno. También revisan las cámaras de seguridad de los locales de la zona para tratar de trazar la huida de los agresores, quienes abandonaron el lugar cuando el cartero leonés, de 44 años, ya no tenía pulso.

Las imágenes de la agresión son tremendamente impactantes. Testigos de lo sucedido han manifestado a este periódico que las lesiones eran visibles y evidentes. Las próximas horas son claves para tratar de dar con los principales sospechosos de la muerte de José Antonio Justel Alonso.

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