Brazadas contra el plástico en la mar

Para ellos, la prueba no alberga «ningún riesgo» porque «estamos hechos al mar». Lo que sí implica esta travesía es mucha dedicación, esfuerzo y entrenamiento. Ellos llevan preparándose todo el año: «Tenemos que aguantar muchas horas porque vamos a hacer todo el recorrido de seguido», explica Llanes. No solo basta con saber nadar, también se requiere resistencia física, «manejarse con las olas y conocer las corrientes». El entrenamiento continuo, tanto en la playa como en piscina, es la clave de estos tres gijoneses para superar la prueba con éxito.

Llanes, Álvarez y Domingo ya compitieron en otras pruebas del país, como las de Galicia. De hecho, la costa gallega alberga multitud de campeonatos y de «mayor recorrido» que la prueba que van a realizar el sábado, indicó Llanes.

El deporte fue lo que unió a estos tres amigos hace algo más de un año. Desde entonces, tres veces por semana se sumergen en las aguas del Cantábrico para entrenar. «Nos conocimos cuando íbamos a nadar a la playa. Por no nadar solos empezamos a quedar para entrenar juntos y entablamos amistad», dice Llanes. Las próximas brazadas que den serán en protesta contra la contaminación y por la nueva prueba.