El 'botellón' sale del prau de las fiestas de Cabueñes para irse a la Escuela de Marina

«El vallado y la seguridad funcionaron muy bien ya que a la fiesta nadie entró con bebida. No hubo cosas extrañas, ningún coma etílico y la bebida que se bebió se vendió en la barraca», confirma Ignacio Moro, de la comisión de festejos.

Sin embargo, desde la comisión no pueden obviar que los desperdicios se desplazaron desde el prau de las fiestas hasta otros puntos cercanos. «La cantidad de porquería que se juntó ahí... es una pena», añade. En este sentido, Moro subraya que en los 26 años que lleva involucrado en la organización de los festejos «nunca había visto un despliegue policial como el que hubo ayer».

Más allá del 'botellón', las fiestas de la parroquia acumulan dos días de «muy buen ambiente» y mucha afluencia. Ayer, coincidiendo con el final de las lluvias, numerosas familias se desplazaron al prau de la fiesta para disfrutar de los juegos infantiles y de los torneos de la llave y de la rana. Ya de noche, se vivió la segunda jornada de verbena con la Orquesta Cuarta Calle.

La música duró hasta las cuatro de la madrugada, como ya ocurrió el pasado año y como ocurrirá esta noche. En esta ocasión la verbena estará amenizada por el Grupo Pikante, que tuvo que cancelar su actuación del viernes por la lluvia. A mediodía, además, se vivirá un clásico de las fiestas: la concentración de Seat 600 y coches populares. De noche, DJ Nacho acabará los festejos ofreciendo su selección musical.