Luis Miguel Álvarez, en la Carbayera del Tragamón. A un lado, 'Centarium somedanum', especie amenazada. JOSÉ SIMAL
Jardín Botánico de Gijón

Un Botánico con bosques naturales salvados de la expansión urbana

La mayor parte de las especies arbóreas plantadas en las colecciones propias de masas forestales proceden de material recogido en su hábitat natural

Marcos Moro

Gijón

Viernes, 21 de abril 2023, 03:02

El Jardín Botánico Atlántico, que celebrará el próximo martes su 20 aniversario, está organizado en la actualidad en cuatro grandes áreas temáticas: el Entorno Cantábrico, la Factoría Vegetal, el Jardín de la Isla y el Itinerario Atlántico. Reyes Álvarez Vergel, responsable ... de Didáctica y Divulgación del equipamiento gijonés, destaca que de entre todo lo que se puede ver y visitar en el recinto «la gran joya son los bosques naturales que consiguieron escaparse del crecimiento urbano». Masas forestales integradas en el Itinerario Atlántico con exponentes como la Carbayera del Tragamón (monumento natural) y la Aliseda del río Peñafrancia. «Es lo que nos diferencia del resto. El toque final, la guinda del pastel».

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Como hecho curioso, la bióloga explica que la mayor parte de las especies arbóreas plantadas en las colecciones de bosques proceden de material recogido en su hábitat natural, en salidas de campo, por parte del equipo científico que arrancó el Jardín Botánico en 2003.

Para la experta, «uno de los tesoros» que están al alcance de los visitantes «es el área dedicada a mostrar la diversidad vegetal del ámbito Cantábrico, el denominado Entorno Cantábrico. En ese espacio están representadas las comunidades de bosques, matorrales y praderas, y otras comunidades vegetales no forestales, ligadas a ambientes costeros y de la alta y fría montaña cantábrica. Asevera la bióloga que se trata de un espacio de gran complejidad, «pues recrear todos estos ambientes, de forma artificial y simplificada, conlleva dificultades tanto en las fases de diseño y consolidación, como en su posterior mantenimiento».

En esta zona además se recrean comunidades cantábricas altamente especializadas, como roquedos de alta montaña, turberas, marismas y arenales propios de playas y dunas. Precisamente en estos hábitats, apunta Reyes Álvarez, «viven muchas plantas endémicas y algunas de las más amenazadas de nuestra región». Es el caso por ejemplo de la 'Centarium somedanum' (centaura de Somiedo), que forma parte de un hábitat críticamente amenazado en la cordillera Cantábrica y toda Europa que se recrea en el Botánico. Esta especie se cultiva contribuyendo a su conservación 'ex situ'.

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