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Complicada evacuación de una vecina de la calle La Mancha, en el barrio gijonés de Pumarín, que precisó asistencia sanitaria urgente y tuvo que ser rescatada por los bomberos a través de una ventana de su domicilio.
La intervención tuvo lugar en el número 2, ... un edificio cuyos residentes llevan más de un año de denuncias y pleitos contra la constructora que les dejó a medias la obra del ascensor. La mujer, de unos 50 años según fuentes del área de Seguridad Ciudadana, sufrió una indisposición grave y perdió la consciencia, por lo que se precisó la asistencia del SAMU, que a la llegada al domicilio comprobó que no podían sacarla por sus propios medios, ni por el inexistente ascensor (a medio terminar) ni tampoco por las escaleras. Requirieron entonces la ayuda de los bomberos para proceder a sacar a la víctima por la ventana.
Finalmente, en una compleja maniobra, los efectivos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios procedieron a descender con una camilla con la víctima desde la ventana hasta la calle. Fue trasladada en UVI móvil al hospital en estado grave.
«No hay derecho que pase esto, tienen que solucionarnos este problema porque estaba claro que iba a acabar pasando algo grave como así ha sido», lamentaban los vecinos.
Los residentes en los quince pisos del inmueble han abonado más de 100.000 euros a la empresa constructora por unas obras que empezaron ya antes de la pandemia, en 2019 y que a día de hoy siguen sin concluir.
«Es una pesadilla», resumen los vecinos, que llevan años con el portal levantado, con denuncias e intentando que le acaben la obra de escalera y ascensor.
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