Bocartada histórica en El Musel

La Lonja de Gijón recibió ayer, en una jornada histórica, 600.000 kilos de bocarte. Producto fresco y de buen tamaño capturado en la costa de Lastres, a unas tres horas de la bahía de Gijón. Noventa y cinco embarcaciones entraron ayer en El Musel, una cifra muy cercana al récord absoluto de la laureada lonja gijonesa, donde todo, por cierto, volvió a salir a pedir de boca. «Aquí siempre sale todo bien», decían varios patrones gallegos. Orden, seguridad, seriedad y limpieza. Gijón supo recibir a unos exhaustos marineros.

Las seiscientas toneladas se repartirán en pescaderías y conserveras de la región, pero también en Galicia, Cantabria y País Vasco. «Hemos tenido siempre clientes muy potentes. La del bocarte siempre es una campaña muy importante», aseguraba ayer Isabel Pacios, gerente de La Lonja, a EL COMERCIO. El precio varió a lo largo del día, según el tamaño y la calidad. Llegó a rularse a siete euros el kilo. También a 1,50 euros. Las embarcaciones terminaron una larga jornada muy satisfechas. Y fue larga porque la descarga comenzó a las siete de la mañana, y ayer al cierre de este periódico continuaba.

La noticia corrió como la pólvora. Buena parte de las embarcaciones que ayer pescaron bocarte se encontraban en la costa de Laredo (Cantabria), pero las primeras pescas con la técnica del cerco frente a Lastres animó a las embarcaciones a desplazarse a la costa asturiana. «Había más, de mayor calidad, y encima en Gijón se estaba pagando mejor que en Cantabria. No hubo dudas», manifestó Ángel Martín, patrón de una embarcación cántabra. Digna era de ver, desde el Cerro de Santa Catalina, la hilera de embarcaciones en dirección al puerto. A las 10. 30 horas, por ejemplo, podían contarse desde la atalaya gijonesa un total de 25.

La técnica de cerco, por cierto, se ejerce con una red de forma rectangular que captura los peces rodeándolos y se cierra en forma de bolsa por la parte inferior. Ya en la lonja todos se coordinan; nada falla. Cada uno conoce sus funciones. Marineros asturianos, gallegos, cántabros, vascos, senegaleses y de América central, junto a los trabajadores del puerto, pujantes y transportistas, actúan de manera coral para descargar, rular y empaquetar. De la mar a la mesa.

La cuota marcada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es de 31.614 toneladas de bocarte durante los primeros seis meses del año, es decir hasta el 1 de julio. La previsión de los marineros presentes ayer en Gijón es que se vedará la pesca en los próximos días. «No faltará mucho», comentaban.

La previsión de los patrones de las embarcaciones es la de permanecer un par de días más por la costa asturiana, para después marchar a Galicia a la sardina, si bien no es una campaña tan rentable.

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