Blackstone y el Santander promueven la construcción de 300 pisos en Nuevo Gijón

El primer plan servirá para darle vida a la otra acera, la de los números impares, donde antiguamente se alineaban una decena de naves industriales. Hoy solo siguen en pie dos de ellas, abandonadas, y los solares que ocupaban el resto están tomados por la maleza. Aliseda es propietaria del 76,4% de los 8.377 metros cuadrados que comprenden un ámbito de actuación que se prolonga a lo largo de este lateral de Peña Mea desde la calle Juan Andrés Suárez García -junto a la gasolinera y el lavadero de coches- hasta Monsacro. Otro 12,6% corresponde a las vías públicas ya existentes, que se ejecutaron en base a un convenio de cesión anticipada suscrito con los anteriores propietarios. Y Promociones Angoca posee otro 6,9% del suelo.

El documento de avance del plan especial plantea levantar en estos terrenos tres bloques de viviendas, todos con bajo, cuatro alturas y bajocubierta. Tendrán forma de 'L' y se ubicarán en las intersecciones de Peña Mea con Naranjo de Bulnes y Monsacro. Albergarán 23, 31 y 37 viviendas, respectivamente. En total, 91 pisos de venta libre.

El segundo plan especial, Nuevo Gijón Oeste 05, supondrá la prolongación de la calle Peña Mea hacia la autopista. En concreto hasta el límite con la nave de Industrias Metálicas Ruiz en Les Maravilles, donde conectará con la calle Faustina Álvarez García, cuya prolongación forma parte de los compromisos de urbanización que asumen los promotores. También se prolongará Sierra del Sueve, incluido el carril bici, que enlazará con Peña Mea en una rotonda que condiciona toda la ordenación residencial de la zona.

Cuatro de los seis bloques de viviendas previstos en estos 19.950 metros cuadrados se dispondrán en torno a esa glorieta. Otro edificio se levantará en el cruce entre Monsacro y la prolongación de Peña Mea. Y el quinto, en Faustina Álvarez García. Todos tendrán bajo, cuatro alturas y bajocubierta y sumarán 203 viviendas, 61 de ellas de protección.

Aliseda posee el 86% de unos terrenos en los que existe una vivienda unifamiliar -pareada con otra que no se ve afectada por este plan- y donde también hay «importantes cantidades de escombros y vehículos aparentemente abandonados».