«El belén está en auge gracias a las florecientes y vitales asociaciones»

El Papa Francisco en su carta 'Admirable signo' hace una apuesta seria y rigurosa por los populares y universales belenes. Alienta a los feligreses a seguir la gran tradición navideña de colocar el belén en las viviendas y en los lugares públicos. Sobre este mandato del Papa versó ayer la conferencia que el Ateneo Jovellanos organizó en la antigua Escuela de Comercio con las ponencias de Fidel García, catedrático de Lengua y Literatura, doctor en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y licenciado en Ciencias Eclesiásticas, y Plácida Novoa, presidenta de la Asociación de Belenistas de Gijón.

«Para el Papa tanto árbol como el Belén son símbolos de una iglesia en la que hay un lugar para todos. Ningún Papa ha dado tanta importancia a los símbolos de la Navidad. En la carta memorable analiza con sencillez y profundidad la historia de los belenes desde los tiempos de San Francisco de Asís, quien hace 797 años pidió a los humildes labradores que representaran en vivo el misterio del Nacimiento de Jesús», explicó García durante la ponencia en el salón de actos de la Escuela de Comercio.

Por su parte, Plácida Novoa, durante el repaso que realizó a la historia de los belenes en Europa, aportó datos curiosos como que «los primeros belenes de la cristiandad serían los realizados en Nápoles por miembros de la familia Alamanno en el siglo XV». Pero –explicó– existen análisis científicos que sostienen que «las esculturas del belén de Jesús de Palma de Mallorca pertenecen a los mismo escultores» del diorama napolitano. Novoa apuntó también la relevancia que adquirieron los belenes de la reina Isabel la Católica e, incluso, de Lope de Vega.

«Pese a los altibajos que han sufrido a lo largo de la historia, actualmente el belén está en auge gracias a las florecientes y vitales asociaciones belenistas», concluyó Novoa.