Los pequeños Lucas y Mario saludan a los paseantes junto al paje real. J. C. Román

La magia zarpa del Puerto Deportivo en Gijón

El Barco de la Navidad vuelve a la bahía gijonesa para recoger las cartas a los Reyes Magos y surcar las aguas entre villancicos y luces hasta el 4 de enero

María Agra

Gijón

Viernes, 6 de diciembre 2024, 20:23

Nerviosos, con un poco de vergüenza por la presencia de un ayudante de los Reyes Magos y con sus cartas en la mano, preparados para depositarlas en el buzón o entregárselas en mano directamente al paje real del Rey Gaspar, Catalina García y los gemelos Mario y Lucas Alfonso, de seis años, subieron al Barco de la Navidad tan emocionados que enseguida se olvidaron de sus deseos. Era el primer día que la nave surcaba las aguas gijonesas este año y, para ellos, era su primera vez a bordo. «He pedido un Baby Paws (cachorros de peluche interactivos) y las hermanas Ani y Ona de Nenuco», indicó Cata, que sabía que su carta no terminaba ahí pero ya la había entregado y «no me acuerdo de más», confesó. Menos mal que los Reyes lo saben todo.

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Los niños envían sus cartas a los Reyes Magos en alta mar. J. C. Román

A su lado, Mario y Lucas lo tenían más claro porque habían pedido lo mismo –tres deseos, uno por cada Rey Mago–, pero reconocían que no se habían portado igual de bien. «¡Yo bien!», exclamó Mario, pero Lucas miró a su madre, agachó la cabeza y afirmó que él se había portado «regular». Los dos esperan ansiosos por «Flash Car, un coche teledirigido que va por las paredes y por el techo; un reloj cuenta pasos que tiene juegos, y un libro cada uno», enumeraron, que en este caso han sido 'Descubre los dinosaurios' y 'Descubre los animales marinos'. No se quedó atrás el pequeño Lucas Montoto, de tres años, que nada más subir al barco estiró su brazo hacia el paje real para darle su carta. «Este año ha sido muy bueno, así que ha pedido el Patrulla Bus de la Patrulla Canina, una torre de coches, canicas, un cohete y una cámara de fotos», comentó su madre.

Durante todo el trayecto, que duró aproximadamente media hora, no dejaron de sonar villancicos que pusieron a bailar a pequeños y mayores. Desde el 'All I Want for Christmas Is You' de Mariah Carey, hasta el clásico 'Feliz Navidad' de José Feliciano, combinando inglés y español. Una verdadera fiesta navideña sobre el agua que también atrapa a los adultos, como les pasó a Francisco Sánchez y Raquel Sánchez, aunque esta vez se dejaron la carta en casa. «Ya habíamos venido otros años y nos gustó mucho el paseo, así que decidimos repetir», explicaron, muy sonrientes.

Los pequeños acabaron el viaje coloreando adornos navideños para colgar del árbol, pudiendo elegir entre un calcetín, una campana o un copo de nieve, y con un obsequio que les entregó el paje: una piruleta. A la luz del atardecer y con una temperatura de 16 grados, «no se puede pedir más», aseguró la madre de los gemelos. «Nos hemos comido un helado riquísimo y ahora una piruleta. Un día redondo».

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