Barbón: «Hay que desbloquear el plan de vías a cambio de lo que sea si el resultado es digno»

No entró Barbón a juzgar la propuesta del Ayuntamiento de reducir la estación de autobuses prevista para que entre en Sanz Crespo -son «cuestiones técnicas», dijo-, un asunto sobre el que sí se pronunció Arantza Fernández, directora de la Corporación Asturiana de Transportes (CAR). Para la responsable de la patronal del transporte de viajeros por carretera, «todo lo que sea alejar la estación de buses del centro es una sangría de viajeros». «No entendemos cómo quieren volver a repetir el error de la estación provisional de tren», remarcó, para a continuación aclarar que «si se busca fomentar el uso de transporte público es fundamental que haya puntos de recogida y bajada céntricos, ya que cuanto más largo sea el desplazamiento a la estación menos competitivo será y más se desincentivará su uso».

Si la estación de autobuses se ubica finalmente en Sanz Crespo, vaticina, «perdemos en todo: en centralidad, en tamaño... Parece que el bus es el hermano pobre del que no se quiere acordar nunca nadie». Y si bien considera positiva la propuesta del Principado de hacer paradas por toda la ciudad para evitar que los autobuses que presten servicio al área central tengan que acceder a las dársenas -«todo lo que sea dar una mayor capilaridad a los buses para llegar a todos los puntos de la ciudad está bien»-, Fernández matiza que «si una parada forzosa en la estación de Sanz Crespo lleva a aumentar el tiempo de viaje, sería perjudicial».

Según aclaró el viceconsejero de Infraestructuras, Movilidad y Territorio, Jorge García, en el nuevo diseño de rutas interurbanas metropolitanas en el que trabaja el Consorcio de Transportes «las paradas en las estaciones de tren y autobús serán imprescindibles, pero no así la entrada en el recinto de las estaciones de autobuses, ya que disminuirán la velocidad comercial de los trayectos, por lo que se estudia que puedan entrar o no en ellas».

Ya que la presentación del ministerio proponía únicamente una solución ferroviaria en Sanz Crespo, «se está trabajando en la definición del anteproyecto de la estación intermodal y sus necesidades para que cumplan las funciones de intermodalidad e integración urbana», es decir, estación de tren larga distancia, estación de tren de cercanías, estación de buses de larga y media distancia y parada de autobuses urbanos y metropolitanos; aunque aún «no hay un encaje final ni un presupuesto». Dicha solución «se tendrá que poner en común y presentar a Gijón al Norte junto con las otras dos propuestas», el Museo del Ferrocarril y la estación en Moreda.

No se han hecho esperar las reacciones políticas. El diputado nacional de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, registró una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados para instar al Gobierno central a respetar el convenio de 2019, acelerar el proyecto del plan de vías iniciado en 2002 y «darle prioridad», así como «otorgar a Gijón y a Asturias el mismo trato que, en materia de integración ferroviaria reciben otras ciudades y comunidades cuyos proyectos avanzan pese a haberse iniciado posteriormente e, incluso, ser de mayor complejidad». «La renuncia a la integración ferroviaria y a la centralidad a cambio de una estación intermodal de pitiminí supone un despojo de colosal magnitud tanto para Gijón como para Asturias», criticó Oblanca.

Por su parte, el grupo municipal de Ciudadanos también cuestionó la intención del gobierno local de reducir el tamaño de la estación de autobuses para que encaje en el proyecto presentado por Adif. «No podemos renunciar a tener una estación de autobuses que responda a las necesidades presentes y futuras de la ciudad simplemente para hacerla encajar en un boceto», criticó el edil Rubén Pérez Carcedo, para quien «lo razonable sería centrarse en las dos opciones que se están analizando en el Estudio Informativo, Moreda y Museo del Ferrocarril».