Barbón: «Decir que el toro no sufre es como decir que la tierra es plana. ¿Nos toman por tontos?»

Su reflexión no tardó en dar pie a decenas de reacciones, tanto a favor como en contra de las corridas. Por un lado se repetían los mensajes instándole a prohibirlas, ante lo que Barbón recordaba que «por desgracia» las comunidades autónomas «no lo pueden hacer». Y explicaba, en referencia a sendas leyes que se trataron de impulsar en este sentido desde Baleares y Cataluña, que «hay dos sentencias del Tribunal Constitucional que han dejado claro que es una competencia exclusiva del Estado».

Del lado contrario, había quien instaba al presidente autonómico a «averiguar cómo llegan a tu plato los filetes que seguro que comes día sí y día también», a lo que él, tras afirmar que «conozco bien cómo funciona un matadero profesional», remarcaba que en ellos «los animales se sacrifican de forma inmediata, evitando en la medida de lo posible su sufrimiento. No me comparéis matar un animal para comer con someterlo a tortura». Añadía que «soy de pueblo y he visto miles de veces matar animales, y no se les llena de banderillas para que sufran sangrando y luego se les atraviesa con una espada y acaban ahogados en su propia sangre».

El debate en las redes se intensificó. En algunos casos, muy subido de tono, lo que llevó a Barbón a publicar un mensaje final que resumía todas sus respuestas, aunque dejando clara su intención de contestar únicamente «a los que aportan algo, no a los que me llaman hijo de puta, caudillo y otras lindezas similares, porque a mí no se me habrá leído ningún insulto a nadie. Ni a los que les gustan las corridas de toros». En ese resumen, el presidente del Principado incidía en que desde el Gobierno autonómico «no podemos hacer nada más allá de no financiar las corridas o hacer pedagogía explicando la realidad de las cosas»; consideraba «ridículo presentarme como un radical extremista o ecologista de ciudad, porque he vivido desde que nací en un concejo rural, sé lo que es sacrificar un animal para comerlo en casa y como carne habitualmente»; y rechazaba cualquier comparación entre matar animales para el consumo con «ver cómo se desangran poco a poco, con enorme sufrimiento, lo que es inaceptable».

Finalmente animaba «a quienes dicen que 'el toro no sufre' o 'el toro disfruta' a probar a que os hagan lo mismo a vosotros. Si te gustan las corridas, es legal y puedes ir; pero no insultes la inteligencia de los demás diciendo que no hay maltrato. Aún nadie me ha dado una prueba científica de que el toro no sufre, igual que nadie me puede dar una prueba científica de que la tierra sea plana. Sencillamente, porque es imposible».