Gijón aprueba el cambio de usos solicitado por Quirón para poder construir su hospital privado

El concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, confió en que esa permuta se haga efectiva este mismo año para que así el Principado pueda hacer uso de los terrenos anexos al hospital ya en 2025 y, por tanto, las obras de la fase de la ampliación de Cabueñes «no se vean paralizadas». La modificación del PGO, que ahora saldrá a información pública durante dos meses, contó con el voto favorable de Foro, PP, PSOE y el concejal no adscrito Óliver Suárez. IU y Podemos votaron en contra, mientras Vox no participó en el Pleno por un problema de salud de su única concejala.

«El interés municipal por llevar a cabo este convenio está sobradamente acreditado», destacó durante su intervención Martínez Salvador, quien más allá de la necesidad de obtener las parcelas ahora de titularidad privada junto al hospital de Cabueñes recordó que el que promueve el grupo Quirón en Nuevo Gijón «generará 300 puestos de trabajo y ofrecerá servicios de asistencia sanitaria de calidad para los ciudadanos que lo elijan, sin que ello merme la calidad de la sanidad pública». También la vicealcaldesa, concejala de Economía y portavoz del PP, Ángela Pumariega, remarcó el impacto que tendrá el equipamiento en términos económicos y de empleo, vaticinó que «atraerá más inversiones», al tiempo que «ofrece más opciones para los pacientes y ayuda a dinamizar el barrio».

El concejal socialista Tino Vaquero recordó que «para que el Hospital de Cabueñes siga adelante con sus obras es necesario llevar a cabo esa permuta» y remarcó que «el expediente cumple con la legalidad», si bien no olvidó que hay en marcha procesos judiciales tanto contra el convenio como contra la tramitación urgente de los cambios urbanísticos aprobados ayer. «Los tribunales dirán si la tramitación ha sido justa o no», señaló. Y coincidió con el gobierno municipal en que la construcción del hospital privado «será positiva para la ciudad desde el punto de vista económico, del empleo y de la atención sanitaria, sin que la sanidad pública se vea afectada por ello».

Muy diferente fue la opinión de los dos grupos que votaron en contra, que consideran que las parcelas necesarias para ampliar Cabueñes deberían haberse obtenido mediante una expropiación y no entregando a cambio parcelas municipales. «Esta modificación tiene su origen en un convenio trampa que vincula las obras del hospital con la adquisición de unas fincas en las que una empresa tenía un derecho prioritario de compra. Hubo una mala planificación. Y si ellos fueron previsores a la hora de adquirir esos derechos, también deberían haberlo sido el Principado y el Ayuntamiento», señaló el portavoz de IU, Javier Suárez Llana.

Frente a los argumentos del gobierno municipal, consideró que «no todas las inversiones son buenas para Gijón, como tampoco lo son un hotel de cinco estrellas en el barrio más gentrificado de la ciudad o la compra de viviendas para utilizarlas como pisos turísticos». Y añadió que «la sanidad privada no complementa a la pública, sino que la parasita», manifestando además dudas sobre la tramitación urgente de esta modificación. «Esos trámites deben ser para actuaciones de interés general, y aquí únicamente hay el interés privado de una empresa que viene a hacer negocio con la salud».

Por su parte, la portavoz de Podemos, Olaya Suárez, calificó la permuta como «un chantaje» y señaló que su voto «va a favor de la sanidad pública y en contra de la llegada a Gijón de vampiros que chupan la sangre». Señaló que «todos conocemos las informaciones que están saliendo sobre el grupo Quirón en la Comunidad de Madrid, y lo que esperamos es no acabar viendo aquí pagos a comisionistas». Remarcó que «no olvidamos que el primero en permitir la llegada a la ciudad de los reyes de la privatización de la sanidad fue un gobierno socialista. Que cada palo aguante su vela».