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La alcaldesa echa alevines de trucha al río ante la mirada del concejal Aurelio Martín y miembros de Las Mestas del Narcea. DAMIÁN ARIENZA
El Ayuntamiento de Gijón defiende mantener el cierre del anillo navegable del Piles de forma indefinida

El Ayuntamiento de Gijón defiende mantener el cierre del anillo navegable del Piles de forma indefinida

Aurelio Martín reconoce que el río «aún no está limpio» y el Grupo dice que demostrará que navegación y aguas limpias son compatibles

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Jueves, 23 de julio 2020, 00:53

El Ayuntamiento defendió ayer cierre del anillo navegable, una de las medidas más controvertidas del plan de recuperación del río Piles. El concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, aseguró de hecho que los efectos de la apertura de las compuertas ya se notan en las aguas y citó un estudio elaborado por Ecologistas en Acción durante el confinamiento, si bien tanto él como la alcaldesa reconocieron, durante la suelta de 10.000 alevines de trucha para ayudar a la renaturalización del río, que este «aún no está limpio».

«La apertura de las compuertas ya se nota en estos momentos en el río, no tanto en el tema de las cianobacterias -microorganismos de carácter tóxico que provocan natas y espumas- , pero sí en la recuperación de una cierta diversidad», afirmó Martín. El cierre del anillo navegable, creado hace 16 años a través de un sistema de compuertas que estancan el agua y, por tanto, contribuyen a la proliferación de estas algas, es para el edil condición indispensable para garantizar el buen estado de las aguas del río: «Es fundamental que las mareas vivas de nuestra playa hagan el recorrido de ida y vuelta, y todo lo que sea parar ese recorrido, estancar las aguas, es malo para nuestro río».

Mientras los representantes del gobierno municipal defienden esta medida, el Real Grupo de Cultura Covadonga elabora sus propios contrainformes para exigir que se revierta un cierre que se remonta ya a mayo de 2019. «Agradecemos que nos remitan cualquier nueva prueba que tengan para incorporarlas a nuestro estudio», invitó Antonio Corripio, quien aunque reconoció que la entidad que preside tiene ahora «otras prioridades» a raíz de la crisis de la COVID, aseguró que «seguimos trabajando en el asunto del anillo navegable».

10.000 truchas

Ni Corripio ni Martín, así lo matizaron ambos, quieren reavivar la polémica. «Estamos convencidos y en disposición de demostrar que un río Piles y una playa de San Lorenzo limpios pueden coexistir perfectamente con el anillo navegable», afirmó no obstante el primero. El edil, por su parte, mantuvo que «mientras no tengamos seguridad en términos de salud pública, las compuertas seguirán abiertas». La decisión final «no será política», según Martín, sino que correrá a cargo de los técnicos de la Universidad de Oviedo, que comenzaron el pasado mes de abril los trabajos para determinar qué especies de cianobacterias se dan en el Piles, cuál es su volumen y grado de toxicidad y riesgo para la población. Los resultados preliminares estarán listos a finales de septiembre u octubre, «en pleno periodo de mortandad de las cianobacterias».

Es otra de las medidas incluidas en el «ambicioso» plan de recuperación del Piles. «Hay que ser sinceros y realistas: el río no está recuperado; lo estamos recuperando», matizó Martín, palabras que repitió después la alcaldesa. «El pozo de tormentas está sin acabar y la EMA tiene cuestiones que afrontar para que esté en las mejores condiciones posibles; también queda un trabajo muy importante en el estanque del parque -indicó el responsable de Medio Ambiente-. Hemos abordado las inspecciones y todo aquel que no tenía las cuestiones en orden tiene un plan para hacerlo, por lo que en poco tiempo el conjunto de entidades públicas y privadas que vertían al Piles dejarán de hacerlo».

«Es decisión del gobierno intentar lograr un río limpio en este mandato, y las acciones son claras y decididas», manifestó la alcaldesa, Ana González.

Lo hizo durante la suelta de 10.000 alevines de trucha autóctona a cargo de la asociación Las Mestas del Narcea, un acto «simbólico e importante» que demuestra «el compromiso que tenemos en la naturalización del río». En otras repoblaciones, la supervivencia de los ejemplares se cifró en un 40%. En este caso, será todo un test de la situación real de las aguas del río Piles.

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