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I. VILLAR
GIJÓN.
Domingo, 23 de diciembre 2018, 04:02
El próximo concierto de Bob Dylan en Gijón, veinte años después de su último paso por la ciudad, se convirtió esta semana en el principal anuncio de la programación musical para 2019. El concejal de Festejos y presidente de Divertia analiza su valor, al ... tiempo que hace balance de los datos turísticos de 2018.
-La ciudad siempre se ha caracterizado por haber acogido espectáculos musicales de primer nivel. Las grandes figuras internacionales siguen pasando por Gijón y que lo haga por tercera vez Bob Dylan es una confirmación más de ello.
-Siempre estamos en permanente contacto con las promotoras que hay en Asturias y cuando hace tres meses nos advirtieron de que quería hacer gira por España les trasladamos el interés de la ciudad de luchar por ello. Evidentemente, novias no le faltaron. Pero Gijón siempre estuvo bien posicionada. Por su trayectoria y por la versatilidad de sus espacios, siempre que aspira a un concierto es una candidata muy fuerte.
-Es muy asumible. Colaboramos poniendo el espacio y aportando 15.000 euros. El Ayuntamiento no está arriesgando y quien soporta el riesgo de que se vendan o no todas las entradas es una promotora privada.
-Como el concierto es en primavera, se necesitaba un lugar cerrado, como el Palacio de Deportes. Y dado que el artista quiere que todo el mundo esté sentado, el aforo se reduce a esos 4.000 espectadores o poco más.
-Confiamos que entre la gente de Gijón y Asturias y los que vengan de provincias limítrofes sí lo haga.
-Quizás a la hora de captar por ejemplo gente de Cantabria, que tendrá que decidir entre Bilbao o Gijón. Pero estoy casi seguro de que en Castilla y León nos elegirán a nosotros. También vendrá gente de Madrid, ya que no pasa por allí.
-No comparto esa idea. Es verdad que Bob Dylan es uno de los más grandes de la historia de la música, pero durante todos estos años han pasado por Gijón artistas internacionales de mucho renombre. Hemos tenido a Maná, The Prodigy, The Offspring... Son formatos y estilos musicales diferentes, pero grandes actuaciones.
-Va a haber más conciertos internacionales, probablemente de más aforo y que congreguen a mucha más gente. Pero va a ser complicado que aparezca otro nombre tan consolidado y a la altura del de Dylan.
-Estamos constantemente trabajando en el programa. El año pasado incorporamos el Tsunami Xixón y este el Gijón Life. Y para 2019 podemos decir que no solo se va a mantener todo eso, que nos permitía decir que teníamos el verano más activo del norte de España, sino que vamos a acentuarlo aún más. Ya hemos anunciado nuevas confirmaciones para el Gijón Sound, como La Casa Azul y Rozalén, en agosto regresa a la ciudad el Circo del Sol y en febrero se va a celebrar el InDoor Gijón, que es un festival de nuevo cuño centrado en la música electrónica.
-Muy positivo. 2018 está siendo el mejor año de la historia, como antes lo fue 2017 y primero 2016. Son tres ejercicios consecutivos encadenando este récord. Y este año aún tiene más valor, porque además de ser la ciudad del norte que más crece, lo hacemos en un contexto en el que muchos destinos de la España Verde están viendo bajar sus cifras. La tendencia es la buena. No solo en los valores absolutos de viajeros y pernoctaciones, sino en los indicadores de rentabilidad, que también crecen.
-Los dos objetivos principales son que aumente la ocupación media en los meses menos potentes, como los de invierno, y que en verano se pueda seguir llenando, pero con más rentabilidad. Aunque ya estamos mejorando también en esos datos.
-Es evidente que sí. En Gijón están aproximadamente la mitad de viviendas turísticas de Asturias y vemos necesaria su regulación, sobre todo para que haya igualdad de condiciones con el resto del sector en lo que respecta a la fiscalidad. Pero esa regulación debe ser supramunicipal, a nivel autonómico o estatal. Hubo ayuntamientos que intentaron hacerlo y recibieron sentencias que lo tumbaban.
-Se recibieron muchas consultas, pero no tenemos ningún dato que nos haga pensar que vino menos gente por eso. Al final la gente veía que en los análisis la calidad del agua era buena. El único mes en el que bajó la ocupación fue julio, pero no creemos que fuera por la playa, sino por el mal tiempo.
-Eso nos preocupa mucho. Es una broma de mal gusto que no tengamos alta velocidad ferroviaria, sigamos sin recuperar la autopista del mar y encima perdamos las conexiones internacionales y los vuelos a Madrid sean los más caros. Estamos poniendo las cosas muy difíciles para que la gente venga. Es un drama.
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