José Ángel Huidobro, Chelo Menéndez y Roberto García, en el Albergue Covadonga. JUAN CARLOS TUERO

«Ayudar a los demás es el mejor regalo»

Cientos de personas pasarán las fiestas como voluntarios en entidades sociales | La Cocina Económica, Proyecto Hombre, Cáritas y el Albergue Covadonga son algunos de los escenarios de las navidades más solidarias

CHELO TUYA

GIJÓN.

Martes, 24 de diciembre 2019, 02:29

Lucas Melendi dirigía una sucursal bancaria. Ahora pela patatas en la Cocina Económica. Elsa Suárez era profesora de Química. Ahora ayuda a elaborar currículos para las personas que pasan por Cáritas. También sabe de dar clases José Ángel Huidobro, pero ahora se pone el mandil y sirve mesas en el Albergue Covadonga. Carlos Meana era abogado. Ahora pasa una noche a la semana cuidando del sueño de jóvenes a tratamiento para desengancharse de las drogas en Proyecto Hombre. Como Javier González, otro exbancario que, precisamente por ayudar a extoxicómanos, no se atreve a pronunciar la frase que todos repiten: «Ser voluntario engancha». En su caso, prefiere decir que «el que viene una vez, repite. Cuando empiezas como voluntario ya no puedes parar».

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Porque eso son todos: voluntarios. O, lo que es lo mismo, personas que ceden parte de su tiempo para echar una mano donde se les necesite. Haga frío o calor. Sea fiesta o no. «Muchas veces, cuando está lloviendo a mares, piensas que tienes que salir de casa y conducir hasta Antromero y te da pereza. Pero lo haces y en cuanto llegas allí ya no tienes dudas de que es donde tenías que estar», dice Javier González, quien acude una vez a la semana a reforzar el cuidado nocturno en la casa que Proyecto Hombre tiene en el Ayuntamiento de Gozón.

«Pero no somos ningunos santos ni nada de eso, ojo. Nos sobra tiempo y vemos que aquí podemos echar una mano», recalca Carlos Meana. «Me encanta ir al cine o a tomar un café. ¿Por qué no hacerlo con seis o siete chavales que necesitan esa salida como parte de su terapia?».

«Somos privilegiados»

Unos efectos terapéuticos que llegan a todos. «En realidad, aquí recibimos mucho más de lo que damos», asegura Chelo Menéndez. Ella llegó al Albergue Covadonga hace más de veinte años. Era su hijo quien hacía voluntariado. «Un día no pudo venir, me dijo que fuera por él... Y hasta hoy». Un relevo que incluye a su marido, Roberto García, incluido en la 'plantilla' de 90 voluntarios que colaboran con el Albergue Covadonga. «Lo que vemos aquí es la vida real. Los discursos de odio vienen de la ignorancia. Si a ti no te toca pasar por aquí es por suerte», aseguran.

El mensaje lo suscribe Elsa Suárez, una de las 1.739 personas que realizan una labor desinteresada para Cáritas en toda Asturias. «Creo que todos estamos obligados a dar algo de lo mucho que hemos recibido. Sobre todo cuando vemos a personas que no tienen nada».

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Filosofía que calcan tanto Meana como González, dos de los 105 voluntarios que coordina Juan Ramón Santos en Proyecto Hombre. Y que hacen suya Pilar López, Elena Álvarez, Lucas Melendi, Julia Martínez, Miguel Martínez y Federico Gutiérrez, integrantes del equipo de 200 personas que echan una mano a la directora de la Cocina Económica, Marisela Cueto. «Cuando ves lo que trabajan estas monjas te dices que cómo te vas a quejar tú. Si hacen de todo», explican.

Todos insisten en quitar méritos a su tarea. «Si tenemos tiempo y capacidad, ¿cómo no vamos a ayudar?», reflexiona Julia Martínez. Profesora en Madrid, con la jubilación volvió a Asturias y decidió que «no podía estar parada». Como Pilar López y Elena Álvarez, quienes plantean la necesidad de «contar con más manos. Es todo proponérselo». Incluso en estas fechas, en las que las citas familiares se multiplican. «Nosotras nos vamos a la carrera a casa tras dar aquí las cenas navideñas», explican. Por no pedir, no lo hacen ni a los Reyes Magos. «Ayudar a los demás es el mejor regalo», resumen.

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