«Fue un susto tremendo, estamos todavía con el miedo en el cuerpo»

El asaltante entró poco antes de las dos de la tarde y amenazó con un arma corta al dependiente para que le entregase el dinero de la caja registradora. «Era un chico de unos 30 años y venía muy muy tapado, casi ni se le veía...», indica Iván. El delincuente apuntó con el arma a la víctima y le dijo: «Rápido, rápido, o me das todo el dinero o te mato».

Huyó con un botín de 1.270 euros y con el teléfono inalámbrico del negocio en un intento por evitar que avisase rápidamente a la Policía. Sin embargo, el hecho de que actuase sin guantes y que el terminal fuera encontrado en la calle, a pocos metros, posibilitó que la Policía Nacional sacase una huella del ladrón. Estaba fichado y tenía en vigor una orden de ingreso en prisión por otro robo con violencia.

El lunes, tras una vigilancia en torno a un domicilio que frecuentaban, pudo ser arrestado y trasladado a los calabozos de la Comisaría. En el momento de su detención llevaba encima unos 900 euros, presumiblemente, obtenidos el día anterior a punta de pistola.

La Policía Nacional trata ahora de averiguar si el mismo individuo puede estar involucrado en otros atracos a mano armada perpetrados en Gijón y en otros puntos de la región en las últimas semanas. Al parecer, forma parte de una banda de delincuentes radicada en el Principado. Varios de sus compinches han sido arrestados en los últimos dos años por robos en gasolineras, bares, farmacias, estancos y otros establecimientos comerciales.

Está previsto que mañana el presunto atracador ingrese en el centro penitenciario de Asturias por la orden de internamiento que ya tenía en vigor, a la que podría sumar su responsabilidad criminal por el delito supuestamente perpetrado el domingo en el barrio de El Llano.

El mismo estanco ubicado en la calle Fuente del Real fue objeto hace diez años de otro robo, en aquella ocasión mediante el procedimiento del butrón. Los ladrones realizaron un agujero desde un local anexo y consiguieron entrar y apropiarse de una gran cantidad de cartones de tabaco. Salieron precipitadamente y dejaron parte de la mercancía por el camino. Fueron detenidos meses después en Madrid y más tarde condenados a penas de prisión por ese robo y otros diecisiete cometidos en distintas provincial del país. Formaban un grupo itinerante dedicado al robo de tabaco, que posteriormente vendían en el mercado negro.

Iván Guerra lleva al frente del estanco de la calle Fuente del Real desde el pasado mes de octubre. «Llevamos menos de un año y entre la pandemia y el atraco parece que no levantamos cabeza, esperamos que la cosa mejore», lamenta. Ayer, esperaba que la Policía Nacional se pusiera en contacto con él para conocer los pormenores de la detención del sospechoso y saber si los cerca de 900 euros que llevaba encima en el momento del arresto eran parte del botín que el día anterior había sustraído a punta de pistola de su negocio.

El asalto ha dejado preocupado al barrio, que ya hace meses sufrió un atraco con suma violencia a escasa distancia del estanco, en una farmacia de la avenida de El Llano.