«Me enamoré de Gijón y por eso me quedé»

Santiago Conlledo, de 91 años, y María del Carmen Vasco, de 81, fueron homenajeados este viernes por su largo recorrido y contribución a la Asociación de Vecinos de La Calzada, que comenzó en más de cincuenta años. Ambos llegaron a principios de los años sesenta a Gijón; con apenas veinte años, María del Carmen dejó la Cuenca Minera y se mudó a La Calzada, donde pronto se unió a la Asociación de Vecinos del barrio y a través del cual recibió «clases de aeróbic y ahora de taichí», explicó Vasco, quien aseguró que el homenaje le llegó «de manera inesperada». Por otro lado, Santiago, que surcó los mares y estuvo en veintisiete países gracias a su profesión de navegante, echó finalmente el ancla la costa gijonesa. «Me enamoré de Gijón y por eso me quedé».

El eventó comenzó con un discurso del presidente de la Asociación, Carlos Arias, quien dedicó unas palabras a Joaquín Argüelles, un querido vecino del barrio fallecido esta semana. «Era el primero en apoyar nuestras reivindicaciones, y siempre estaba dispuesto a colaborar con iniciativas sociales», descacó Arias. Seguidamente se homenajeó a los socios veteranos, quienes «trabajaron muy duro para dejarnos un mundo mejor», con un ramo de flores y una placa. El evento contó con la presencia del concejal de Participación y Atención Ciudadana, Guzmán Pendás, que, en representación del Ayuntamiento de Gijón, obsequió a los homenajeados con unas fotografías de Gijón y un libro sobre Asturias.

El evento concluyó con el reconocimiento del vicepresidente de la asociación, Santiago Salvador, con un ramo de flores y una placa por su «dedicación plena a estas asociación, y quien, bajo la lluvia y con su bastón, acudía a la manifestación por el vial, dando ejemplo al resto».