Un examen psiquiátrico valorará el estado mental de la acusada

Ese informe será determinante a la hora de someterse a un juicio en el que se podría enfrentar a una condena de prisión permanente revisable, la máxima pena recogida en el Código Penal para delitos de gravedad en los que confluyan una serie de factores, como puede ser en este caso la víctima menor de edad, la indefensión y, de demostrarse, la alevosía.

Noemí ha guardado el más absoluto silencio desde su detención hasta que ayer salió del Palacio de Justicia rumbo al centro penitenciario de Asturias. No se pronunció ni ante los agentes de la Policía Nacional que la encontraron en una cama del piso junto al cadáver de su hija de seis años, ni tampoco en la Comisaría ni ayer ante la jueza Carolina Montero, la misma que el lunes de madrugada autorizó el levantamiento del cadáver de la pequeña en una escena de tremendo dolor y consternación entre todos los que se encontraban presentes. Su madre ya había abandonado el piso para ser trasladada al Hospital de Jove, sin mostrar ningún arrepentimiento, ni derramar ni una sola lágrima.

Fuentes próximas al caso señalan que la mujer ha pasado los últimos tres días «ausente», aparentemente ajena al crimen. No ha precisado asistencia médica y únicamente se le ha administrado la medicación de tranquilizantes que ya tenía pautada con anterioridad a ser arrestada.

Noemí Martínez Largo podría recibir la visita de sus familiares en los próximos días, cuando Instituciones Penitenciarias lo autorice. Ayer, en el Palacio de Justicia únicamente estuvo acompañada de la abogada que le fue designada por el turno de oficio. Su hermano, con el que guardia una estrecha relación, así como sus padres y el resto de familiares no se desplazaron hasta Gijón. Lo hará, previsiblemente, para recoger las pertenencias del piso en el que madre e hija estaban de alquiler desde que en agosto volviese a poner tierra de por medio con Segovia.