Dolor y condena frente al Ayuntamiento

«No merecía un final como el que ha tenido», resumía Marta Menéndez, una de las muchas asistentes, que como tantas otras y otros, compartieron la repulsa y duelo. El director del Codema, Simón Cortina, aún tres días después del asesinato de Olivia, aseguró que «no damos crédito» y que se sigue trabajando para afrontar con los alumnos la vuelta hoy a las aulas. «Se elabora el duelo sin negar lo sucedido». Al final el minuto de silencio, la alcaldesa pidió «unión en el rechazo colectivo a quienes sufren este tipo de maltrato llegando al máximo que es quitarles la vida». Palabras que llegaban después de haber asistido en las últimas horas a las críticas por parte de varios grupos municipales, que reivindicaron la iniciativa de la convocatoria de ayer.

Ana González trasladó el dolor y solidaridad del Ayuntamiento y enfatizó que «el hecho de que la presunta asesina sea una madre nos produce una indignación mayor». Y añadió que «no podemos sentir indiferencia» ante este infanticidio. Por su parte, la consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, confió en que «la justicia aplique toda la fuerza de la ley a la hora de resolver este caso».

En la plaza Mayor hubo mucha presencia de las cúpulas de los partidos, principalmente del PSOE, con la número 3 de la FSA, Clara Sierra, a la cabeza. De la ejecutiva local socialista, estuvieron presentes, entre otros, Tino Vaquero, Eduardo Infante y su próximo candidato a la Alcaldía, Floro. Del PP estuvo, entre otros, su presidente local, Pablo González, y la portavoz, Ángela Pumariega; de IU, la coordinadora en Gijón, Ana Castaño, con el concejal Aurelio Martín, y de Ciudadanos el diputado Manuel Cifuentes. También estuvieron los portavoces del resto de grupos municipales: Jesús Martínez Salvador (Foro), José Carlos Fernández Sarasola (Cs), Laura Tuero (Podemos-Equo), Eladio de la Concha (Vox), el edil no adscrito, Alberto López-Asenjo y un buen número de ediles.

El dolor expresado con el minuto de silencio fue roto por un grupo de asistentes gritando «¡Montero, dimisión!», que luego lo reconvirtieron en «¡alcaldesa, dimisión!». Era un pequeño grupo, pero que provocaron minutos de tensión. La alcaldesa aguantó estoicamente dos minutos para acabar atendiendo a los medios de comunicación en el interior del Ayuntamiento. Oviedo también se sumó a las condolencias, haciendo un minuto de silencio antes del inicio de la sesión plenaria.