Asesina a cuchilladas al dueño de una inmobiliaria por un conflicto económico

Herido de muerte, el gestor inmobiliario consiguió salir del vehículo y caminar varios metros hasta la puerta de la oficina. Buscaba ayuda desesparado mientras, según los testigos, los gritos de dolor conmocionaban al barrio. Cayó desplomado cuando su hija, que trabajaba con él, salió y vio a su padre perdiendo sangre y al agresor a pocos metros, «impasible y paseándose con el cuchillo». Fue detenido por la Policía Local unos minutos después en las inmediaciones y no opuso resistencia alguna.

El asesinato del propietario de la agencia inmobiliaria Golden Star ocurrió ayer pocos minutos antes de las dos de la tarde. La víctima, de 55 años, regentaba el negocio desde aproximadamente el año 2000. Además de comercializador de pisos, realizaba préstamos, dejando dinero a particulares que avalaban la deuda con sus propiedades. Habría sido precisamente uno de esos negocios lo que habría motivado la desavenencia entre el atacante y la víctima.

Según ha podido saber EL COMERCIO, el agresor había acudido en varias ocasiones a la oficina inmobiliaria con el objetivo de cobrar una supuesta deuda económica y ya habría amenazado a Francisco Javier Rodríguez Tobajas con anterioridad si no atendía a sus pretensiones. Ayer pasó a mayores y optó por tomarse la justicia por su cuenta. Se trata de F. A. R., de 55 y vecino del barrio de Contrueces. Fue detenido, con su ropa manchada de sangre y con el cuchillo con el que acababa de cometer el crimen. «No huyó, estaba cerca de donde había matado al hombre, como esperando, paseándose con el arma en la mano y con una actitud como si la cosa no fuera con él, no intentó escapar», acertaban a explicar los testigos, muy afectados por lo ocurrido.

Se da la circunstancia de que en el poyete del escaparate de la inmobilaria, a escaso metro y medio del ataque, tres mujeres de edad muy avanzada se encontraban sentadas, charlando animadamente y tomando los rayos del sol del mediodía. Enmudecieron y tuvieron que ser ayudadas por otros ciudadanos para llevarlas a un lugar más tranquilo. «Quedaron conmocionadas, pasó todo justo justo al lado de ellas», relataba una mujer que presenció la escena desde la puerta de un bar muy próximo, donde los clientes disfrutaban del vermú.

La hija de la víctima y otros dos empleados de la inmobiliaria salieron rápidamente a ayudar a Fran, como le conocían sus allegados. Sacaron toallas para intentar taponar la herida por la que brotaba la sangre. También una mujer, profesional sanitaria que se encontraba en la zona y por un policía nacional vecino de la calle que bajó rápidamente a practicarle los primeros auxilios. Todos los intentos fueron en vano. Los sanitarios del SAMU trataron de reanimarle durante aproximadamente media hora, pero las heridas que presentaba y la gran cantidad de sangre que había perdido acabaron por ocasionarle el fallecimiento.

El escenario del crimen fue acordonado por las fuerzas de seguridad. Policía Local y Policía Nacional intervinieron en el lugar durante casi dos horas. Los agentes de la Local fueron los primeros en llegar. Procedieron a arrestar al presunto agresor y a trasladarle a un centro de salud como manda el protocolo, para a continuación llevarle a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional. Mientras, delante de la inmobiliaria Golden Star la Brigada de Policía Científica realizaba una inspección ocular en el coche de la víctima y en la calle, donde los restos de sangre reflejaban la brutalidad del ataque.

Poco antes de las cuatro de la tarde, el juez de guardia, Julio Martínez Zahonero, titular del juzgado de Instrucción número 3, que acudió en persona al lugar del crimen, autorizó el levantamiento del cadáver. Los restos mortales fueron introducidos en el furgón de los servicios funerarios para su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde será sometido a la autopsia por parte de los médicos forenses.

El atacante continúa en la Comisaría y pasará a disposición judicial previsiblemente mañana.