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MARCOS MORO
GIJÓN.
Sábado, 18 de septiembre 2021, 01:12
«Soy veterinario y la trashumancia yo la dejo para la ganadería». Con esta irónica frase el recién destituido portavoz del PP, Alberto López-Asenjo (Ávila, 1961), anunció ayer su intención de agotar los 20 meses que le quedan como concejal raso. No abandona ... el barco «por compromiso y lealtad a las siglas con las que me presenté a las elecciones en 2019». «El líder del PP es el pueblo de Gijón y yo como concejal me debo a los gijoneses. Mi intención es seguir trabajando, donde se me diga y donde corresponda, para que el PP logre los mayores éxitos», indicó.
Discrepa abiertamente, eso sí, con las formas y el momento elegido para apartarle de la portavocía y espera recibir alguna llamada de las direcciones local y regional para aclarar las sospechas sobre intrigas y maquinaciones atribuidas a su persona, que él desmiente, y han puesto en entredicho su honorabilidad y credibilidad. Lamenta no haber podido defenderse con papeles y argumentos como hubiera querido «ante una especie de juicio sumarísimo». Niega haber rebuscado entre las cuentas del anterior grupo para perjudicar al presidente local, Pablo González, y defiende la transparencia contable bajo su gestión.
«Soy funcionario y en mis 36 años de vida profesional me han cesado 16 veces y nombrado 17. He sido director general con el PSOE y el PP, representante permanente de España ante la FAO y el Programa Mundial de Alimentos, secretario de Pesca y representante ante la OCDE con el PP; y en todos los puestos por los que he pasado me han agradecido los servicios prestados o me han condecorado», señaló.
Relata que se enteró el mismo miércoles, tras salir del Pleno, en la reunión celebrada en la sede de Álvarez Garaya, de la decisión para relevarle con la anuencia de sus compañeras Ángela Pumariega y Ángeles Fernández-Ahúja. Se le dijo que se aplicaba «cirugía fina» para reestructurar el grupo. «Las operaciones se suelen hacer con anestesia y en este caso no se aplicó el protocolo», lamentó irónico. Echando la vista atrás, no se siente responsable de cortar las alas a sus dos compañeras ni de acaparar protagonismo, quejas que achaca a las limitaciones de la situación pandémica. «El único desajuste que se ha producido en el grupo es que le hemos hecho el caldo gordo al PSOE con este espectáculo cainita de luchas y enfrentamientos entre nosotros que se da de manera cíclica». Sobre su sucesora en la portavocía, Ángela Pumariega, opina que «tiene mucho desarrollo y potencial en la política» y que el proyecto del PP está por encima de las relaciones personales entre ediles.
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