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MARCOS MORO
GIJÓN.
Martes, 24 de enero 2023, 02:38
Día histórico ayer en el parque de Isabel la Católica por el arranque de las obras de dragado de los dos estanques, que llevan acumulando sedimentos en su fondo desde hace más de 40 años. Los trabajos preliminares a cargo de la empresa avilesina ... Estévez Mena, en coordinación con la Empresa Municipal de Aguas (EMA) y el servicio de Parques y Jardines, consistieron en la apertura de la compuerta del canal del Molín para bajar su nivel y la obturación (cierre) del tubo entre los estanques grande y pequeño. En la laguna este, la más próxima a El Molinón, la de la escultura de Las Driadas, también se iniciaron las primeras labores para su vaciado con la rotura de la arqueta de desagüe.
Hoy continuará el plan de trabajo con la instalación del vallado de obra y casetas. Además se procederá a la colocación de una bomba trifásica para continuar con el achique de agua en el estanque pequeño, que es el primero en que se ejecutará el dragado. La fauna que lo habita se trasladará al estanque grande central mientras se realice la actuación, porque el planteamiento es vaciar los estanques de forma alternativa y repetir el procedimiento, pero a la inversa, cuando concluya el drenaje de la laguna pequeña.
Al margen del traslado de aves y peces previsto, el veterano cuidador de las aves del núcleo zoológico gijonés, José Luis García, también ha instalado dos piscinas de fibra en la zona de pradera anexa al estanque pequeño que se llenarán de agua. En ellas el empleado de Parques y Jardines irá depositando alimento para las aves acuáticas -fundamentalmente cereales- que al estar sumergido no corre peligro de que se lo quiten las palomas.
El gerente de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), Pedro Menéndez, en declaraciones a SER Gijón, explicó ayer que se decidió empezar el dragado por el estanque pequeño por ser éste más manejable. La previsión es que esa laguna quede limpia de lodos y amplíe su calado antes de abril, para respetar el periodo crítico para la nidificación y reproducción de las aves, que va de abril a junio.
Destacó también que las obras iniciadas buscan «recuperar el calado para que se logre mejorar el funcionamiento natural de los estanques y la escasez de la toma de agua». El lodo cumulado durante décadas en las zonas húmedas del parque, expuso Menéndez, «no deja de ser sedimento depositado con el paso del tiempo más los excrementos de los animales, los restos de hojas en descomposición y los sedimentos que vienen por el canal del Molín que se van depositando en el fondo y eso hace que el calado disminuya. En verano, el agua se calienta en exceso y es entonces cuando se desarrollan organismos patógenos».
Una de las incógnitas que rodean a las obras del dragado de los estanques del parque es qué empresa especializada se va a encargar de la pesca eléctrica de los peces que habitan en esas zonas húmedas y qué especies se van a salvar. La realidad es que las ánguilas de ambas lagunas son la única especie piscícola que no tiene en este momento consideración de invasora. Su población se ha recuperado desde que se instalaron los cercados eléctricos hace más de ocho años y las nutrias dejaron de colarse para darse festines de aves y peces en estos espacios.
El resto de fauna acuática presente son todo especies catalogadas como exóticas invasoras y que no habría problema en su erradicación. En este grupo se encuentran animales como las tortugas de Florida, los cangrejos rojos americanos, las gambusias y los peces koi. Pese a ser especies denostadas, algunas de ellas juegan un papel relevante en el equilibrio de los ecosistemas de las lagunas. La gambusia es un pequeño pez que se alimenta de larvas de mosquitos y evita que durante el verano haya infestaciones de estos himenópteros en el parque. Los peces koi, por su parte, se alimentan de algas y también regulan la vegetación acuática.
Los animales que no se quieran conservar después de dragar las lagunas podrían cambiar los estanques de Isabel la Católica del Bioparc Acuario de Gijón. En alguna ocasión los responsables del cuidado de la fauna del parque han llevado allí ejemplares de especies invasoras para mostrarlos con fines científicos y didácticos.
La retirada del lodo de los estanques se realizará mediante una bomba eléctrica desde una pontona para la retirada del material granular más fino. Si en el fondo quedase cierta cantidad de elementos más gruesos, entonces se utilizará una bomba olehidráulica acoplada a una retroexcavadora anfibia, con flotadores o desde esa misma pontona.
El contrato de las obras de restauración del sistema hidráulico de los estanques del parque Isabel la Católica tiene un plazo de ejecución de seis meses, que admite interrupciones para no perjudicar a la avifauna del parque. El coste de los trabajos asciende a 799.117 euros (con IVA).
La mayor parte del presupuesto será para el dragado, pero también para dos novedades: una tubería que va alimentar el estanque del este desde el canal del Molín de forma directa, regulado por compuertas, y también la instalación de equipos de medida que permitan conocer cómo evoluciona la calidad del agua durante todo el año.
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