Los árboles «mágicos» de Pumarín: la iniciativa de una vecina de Gijón para alegrar el barrio

Aida G. Fresno

Gijón

Martes, 18 de marzo 2025 | Actualizado 19/03/2025 09:28h.

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Un barrio de Gijón más colorido, más alegre, más animado. Eso es lo que ha conseguido Ana Isabel Pérez con su iniciativa vecinal en Pumarín al decorar los árboles de la calle Badajoz con originales dibujos y motivos hechos de ganchillo. «La idea empezó cuando terminaron las obras de la calle principal, en Río Eo. Me daba mucha rabia que hubiese quedado tan bonita y que donde tenemos el bar la calle estuviese tan fea», explica esta vecina, mujer de Pedro, propietario del Bar Altamira, sito en la citada calle. Con ese pensamiento en mente, comenzó a decorar el árbol que está situado frente al bar de su marido.

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Su iniciativa gustó, y mucho a los vecinos. Pero al principio, los clientes eran escépticos, como cuenta ella misma. Pero el mismo día que lo colocó frente al bar, les dio suerte. «Lo puse a las diez de la mañana y a la una del mediodía repartimos muchísimo dinero. Nos tocó la lotería que habíamos vendido. Luego se frotaban todos los clientes por el árbol», recuerda divertida. Por eso decidió que era buena idea extender la decoración a otros árboles de la calle, eligiendo lugares con los que tenía un vínculo más especial, como la peluquería a la que acude, la tienda de mascotas donde compra alimento para sus gatos o la carnicería que regenta una clienta asidua del bar.

Dicho y hecho. El color fue tomando la calle poco a poco, algo que encanta sobre todo a los más pequeños de la casa. «Los niños dicen que son árboles mágicos», narra Ana Isabel. Todos en la zona conocen la iniciativa y se ha convertido en una especie de punto de interés en Pumarín. Peces, el escudo del Sporting y animales, entre otros motivos, decoran ahora la calle.

Uno de los diseños que tiene un encanto especial es el que está situado ante el bar Altamira. Allí Ana Isabel decidió entretejer con hilos de colores unas manos con una estrella en recuerdo a una vecina fallecida recientemente: «Es para su hija, que vive allí. La hija ni lo sabrá, pero cada vez que se asome a la ventana, que vea la estrella».

Por si alguien se lo preguntan esta nueva decoración del barrio no hace daño a los árboles: «Le pregunté a un jardinero de Emulsa y me dijo que no había ningún problema», agrega.

Pese a que este proyecto da algo de vida a Pumarín esta vecina quiere recordar las dificultades que tienen que afrontar los barrios. «Las calles pequeñas somos las grandes olvidadas», subraya. Con todo Ana Isabel tiene claro que su proyecto es «limitado»; su idea es terminar de decorar la calle y listo. Pero gracias a ella Pumarín luce más.