La apuñalada en Gijón tras socorrer a otra joven: «Venía a matarme»

Una mujer de 47 años fue apuñalada en su pierna izquierda en la calle Zoila, en el barrio de El Llano el pasado miércoles. «Eran sobre las 22.30 y bajé a fumar en la esquina de la calle Leoncio Suárez», relata a EL COMERCIO, E. M. R., la mujer agredida, de origen cubano. Fue entonces cuando vio aproximarse a dos mujeres jóvenes, en una aparente persecución a la que ella en un principio no le dio demasiada trascendencia. «Venía una chica corriendo detrás de otra y yo pensaba que igual estaban jugando», comenta la víctima. Cuando ambas pasaron a su altura y giraron hacia la calle Zoila en dirección avenida de El Llano, la perseguidora le pegó un botellazo a la primera mujer, momento en que E. M. R. se dio cuenta de que aquello era más serio de lo que parecía y decidió intervenir. «Me puse un poco nerviosa, pero me acerqué hacia ellas para ver lo que pasaba», continúa relatando la mujer a la postre agredida. «Cuando voy llegando veo a una joven pidiendo auxilio a los gritos y al acercarme compruebo que la otra tiene algo que brilla en la mano. Al principio creí que se trataba de un cristal, pero luego me di cuenta de que era un cuchillo. Era grande, de cocina, como de unos veinte centímetros», abundó.

Al aproximarse a la escena, E. M. R., también fue interpelada en tono agresivo por la mujer que porta el arma blanca. «Me empezó a increpar y tanto yo como la otra chica -a la que estaba persiguiendo inicialmente- echamos a correr con tan mala suerte que me tropecé», momento que la agresora aprovechó para asestarle una puñalada en la parte inferior de su pierna izquierda. «Venía a matarme», cuenta la víctima que recuerda como, yaciendo en el suelo, su agresora la seguía increpando. Sospecha que la presencia vecinal pudo hacerla desistir de su intención de continuar con la agresión y abandonar el lugar. «Me puse en posición fetal, encogida y casi no le vi la cara. Llevaba ropa deportiva gris y naranja, pero mis ojos iban al cuchillo», acierta a decir con la voz entrecortada. «¿Mi reacción? Cada persona es un mundo, pero a mí me gustaría que si a alguien de mi familia le pasa algo, la ciudadanía también tuviera intención de ayudar», reflexiona. «No sé qué la hizo reaccionar así (a la agresora), hablé con la otra chica -la que recibe el botellazo- y me dice que la empezó a mirar mal y a perseguir sin venir a cuento», sentencia E. M. R. Fue trasladada en ambulancia al Hospital de Cabueñes donde horas después recibió el alta y ayer mismo se dirigió a la Comisaría de Gijón para interponer una denuncia por el suceso.

Auxiliar de enfermería de profesión, se las apañó para contener la hemorragia hasta que llegaron los servicios sanitarios. Debido a la hora en que se produjo el incidente, muchos vecinos se asomaron a las ventanas a ver lo que ocurría y dieron aviso a los servicios. Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local, además de una ambulancia que transportó a la agredida al Hospital de Cabueñes. La otra mujer se desplazó por su propio pie hasta el centro sanitario.

Fuentes policiales confirman a este periódico que la agresora es una mujer que «ya ha estado amenazando a otros vecinos de la zona». Por ahora no ha sido detenida.