Aprender a coser los bajos del pantalón como terapia para recuperar autonomía

La directora del Albergue Covadonga, Cristina Avella, anuncia que ese taller será «impulsado», dentro del nuevo programa de ocio y tiempo libre que la fundación está poniendo en marcha. «Actividades de este tipo siempre tuvimos, pero ahora queremos darle forma e impulso, porque son muy importantes».

Su relevancia estriba en el carácter de puerta de entrada al sistema de protección social que supone el albergue. Dentro de la Red Activa de Inclusión, atiende a las personas que no llegan ni al umbral de la pobreza. «Aquí intentamos ofrecer alternativas, aunque a veces, al ser un alojamiento temporal, en el caso de los más jóvenes es difícil, porque tienen una gran movilidad».

Para quienes son habituales del albergue, tanto en su residencia formal como en la de baja exigencia, la fundación ha organizado un calendario de actividades. «Los lunes, hay costura; martes y jueves, habilidades sociales; miércoles, alfabetización, y viernes, taller artístico».

Además, también ofrecen salidas. «Siempre ha habido excursiones. La pasada semana, por ejemplo, a Covadonga. Pero queremos consolidar un plan de ocio y tiempo libre, porque es fundamental para la recuperación de la autonomía», insistió.

Para Avella, la llegada de jóvenes es «un cambio», que aún no ha llegado «hasta el punto de bajar la edad media de los usuarios», pero sí «supone una evolución de la pobreza». En los últimos días, confirma que «hemos notado un aumento en la demanda de alojamiento, sobre todo en comparación con la última ola de frío», una llegada de usuarios anticipada «a la que hay cada verano, centrada, sobre todo, en el mes de julio». Pese al mayor volumen de peticiones, el equipamiento dispone «de plazas libres».