En vísperas de la entrada de 2023, la alcaldesa, Ana González, hace balance en EL COMERCIO de un año que para el Ayuntamiento ha estado marcado por retos como la crisis inflacionista -a la que se achaca entre otras cuestiones el retraso en la aprobación ... de unos presupuestos- pero en el que además ha tenido que hacer frente en lo político y lo personal al rechazo de su propio partido a que repita como candidata. Un repaso a los proyectos de la ciudad, con sabor a despedida.
-¿Cómo le gustaría que le recordaran los gijoneses?
-No soy una persona que tienda a la trascendencia. Quizás como una persona normal, a la que se podía parar por la calle, hablar con ella y contarle tus problemas.
-Ha sido un mandato de planes y proyectos. ¿Cuál le apena no haber finalizado?
-Sin duda alguna el Muro, porque no está bien. Y porque vamos a ser prácticamente la única ciudad de España con un paseo marítimo donde el protagonista sea el coche y no las personas.
-¿Y cuáles de sus planes cree que ejecutará el PSOE si sigue gobernando?
-No tengo ni idea. Lo que sí sé es que cualquier gobierno acabará peatonalizando el Muro. Cualquiera. Si hasta quienes decían que no, lo contemplaban en sus planes y proyectos. Y cualquier gobierno trabajará por hacer los corredores verdes que hemos diseñado, por tener más zonas de bajas emisiones como marca la ley, más ecomanzanas. Todo eso lo veremos en el siguiente mandato, no dentro de mil años.
-Centrémonos en el Muro. Aún no han logrado contratar la modificación del plan especial...
-Porque parece que, afortunadamente, hay mucho trabajo. Pero el objetivo es dejarlo licitado. Tenemos un plan de 2004 que ni quienes lo definieron ni los siguientes se molestaron en cumplir, incluso viviendo tiempos mejores. Eso demuestra que no vale y que es hora de cambiarlo. Y nosotros tenemos un diseño que logramos consensuar con muchísima gente. Hemos tenido muchas conversaciones que demuestran que la gente lo quiere.
-La oposición dice que condicionaría a la próxima Corporación.
-¿Y el plan de 2004 no condicionó a las siguientes? ¿Y la bronca no era porque lo que íbamos a hacer no cumplía ese plan? Como cualquier documento de planeamiento urbanístico, se discute con el resto de partidos. Y de hecho lo que queremos hacer es un plan más abierto, porque el actual dice hasta donde tienes que poner una jardinera.
-También sigue sin adjudicar la redacción del proyecto para la estación intermodal...
-Está en trámite de adjudicación, que es distinto. Y el proceso de valoración de los proyectos es complejo, porque exige un trabajo técnico muy profundo. Además lo que queremos es tener una buena estación. En los meses que nos quedan como gobierno sí prestaremos mucha atención a que el proceso no se interrumpa en ningún momento.
Venta del 'solarón'
-Y mientras se avanza en esta cuestión, ¿por qué no se hace en otras como la venta de los terrenos?
-Dos años, por la pandemia, no dan para lo mismo que cuatro. Y en este tiempo sí nos centramos en el plan de vías, pero para desbloquearlo. Sin duda alguna, hay que empezar con esa venta. Y debemos tener una reunión de Gijón al Norte donde abordemos ese y otros temas, porque no es una decisión unilateral del Ayuntamiento. Cuando se intentó vender el suelo, las parcelas resultaban ser muy grandes y lo que se habló con el sector es de una parcelación. Estamos en ese proceso.
-¿Qué ha pasado con la petición del Ayuntamiento para adecentar los terrenos del solarón hasta Carlos Marx?
-De momento, nada. Es verdad que esa zona se limpió y está más decente de lo que estaba. Cuando hablamos de adecentarlo es que no haya ratas, que no crezca una selva... Otra cuestión es si se quiere que ese espacio sea utilizable. Con estas cosas hay que ser prudente, porque el dinero es finito y debemos replantearnos las provisionalidades, el hacer para deshacer. Habría que condicionarlo al coste y al cronograma del plan de vías. Pero intentar que ahora eso sea el motivo de lucha del plan de vías sería un poquito absurdo.
-¿Y hay avances en la otra pieza del plan, que es el metrotrén?
-Se está con la obra civil y la geotecnia. En breve tendrían que entregar ya los proyectos de la estación de la plaza de Europa y el año que viene todo lo de El Bibio y Viesques. Aparte está la redacción de la ampliación hasta Cabueñes. Eso va.
-¿Le ha respondido el ministerio a su petición de reunión para hablar del vial de Jove?
-No. El otro día me llamó por teléfono el Secretario General de Infraestructuras, pero yo justo estaba entrando al escenario en el acto por el aniversario del PDM. Y después se ha cogido unos días. Pero estoy convencida de que la tendremos.
-¿Qué le parece el visto bueno del Principado a retirarle la protección a la antigua sede portuaria de cara a las obras del hotel?
-No me parece mal. No parece que fuera un edificio especialmente singular.
-Para toda esta zona el Ayuntamiento tiene un ambicioso plan de reforma. ¿Sería necesario para ello que el Puerto transfiera los terrenos a la ciudad?
-Sin duda alguna, el gran proyecto revolucionario de Gijón pasa por la recuperación real de todo el litoral del oeste. Pero hay que tener cuidado al hablar de transferencias, porque eso significaría que la ciudad tenga que hacerse cargo económicamente. Lo primero que hay que hacer son los números. Ya sabemos los precios que nos pedían por Naval Gijón. Habrá que ir paso a paso, porque no solo hablamos de la zona ya recuperada, sino también de recuperar desde Poniente hasta El Arbeyal. Y aunque es un proyecto importante, tenemos otros más urgentes.
-¿Qué fórmula sería la más adecuada entonces para recuperar esos terrenos?
-Hay que buscarla. Para bien o para mal, eso ya no me toca a mí.
-Hacía referencia a Naval Gijón. ¿Se hará el Ayuntamiento con ese suelo?
-Todavía queda una sentencia. No empecemos a correr antes de que haya pistoletazo de salida. Es un proyecto de futuro que no se puede definir en los últimos cuatro meses de un mandato. Habrá verlo conscientemente, pensar mucho las cosas, negociar con muchas instituciones... Es curioso que se le pida comprar algo que no puede comprar al equipo de gobierno que más ha avanzado en generar suelo empresarial desde la creación del parque tecnológico. Lo que fue posible hacer este mandato para asegurar el futuro de las empresas de Gijón, se hizo: el plan de la Pecuaria, comprar La Formigosa, la cesión de espacios en la Laboral, el vivero que se está haciendo en La Camocha...
Prendes Pando
-¿A qué pretenden dedicar los antiguos juzgados de Prendes Pando?
-Una parte será para el Principado y en la otra irán desde unidades de trabajo social que necesitamos hasta el traslado de todo lo que tiene que ver con Igualdad, además de espacio para la participación además de una especie de centro integrado.
-¿Ya han echado números de lo que costará su reforma?
-Todavía no, pero el objetivo es presentar nuestra parte a fondos Feder. En una convocatoria que hay en enero irá la reforma de la plaza de toros y a la de marzo la intención es llevar el edificio de Prendes Pando, las obras de Tabacalera, que cuestan 19 millones de euros y para las que se está redactando el proyecto de distribución interior, y el pabellón de la zona oeste. Estamos haciendo lo mismo que hizo esta ciudad en otros momentos, que es buscar fondos para su transformación. Los estamos consiguiendo y, además, estamos incluyendo en esos proyectos la mayor parte de las cosas que han ido pidiendo todos los los grupos municipales
-¿En el pabellón de la zona oeste, han tenido que rebajar sus planes iniciales?
-No, mantenemos un proyecto ambicioso, porque la zona oeste no merece tener peores infraestructuras que otros lugares de Gijón. Queremos algo similar a lo que hace 30 años supuso para La Guía el pabellón de deportes. Hay dos modelos: uno, el de cubrir pistas que luego no se pueden utilizar; y el otro, generar un buen pabellón que pueda ser disfrutado por la ciudadanía. Si queremos una ciudad equilibrada, debe haber equipamientos equilibrados. Y en la zona oeste solo tenemos un pabellón, el de Mata Jove. Ahora Se trata de hacer uno mayor.
-Se acaba el año y Gijón sigue sin presupuesto. ¿Confía en que lo haya?
-El objetivo que le he marcado a la concejala de Hacienda es que se apruebe. Y es una responsabilidad que va más allá de lo que queda de mandato. Se puede gobernar sin presupuesto, pero siempre es mejor hacerlo con él. Y en un año electoral, con lo que supone de parón, no tenerlo perjudica a la ciudad y perjudica al nuevo gobierno, que se encontraría con un segundo semestre casi inhábil. Cualquier partido que crea que tiene posibilidades de ganar debería apoyar el presupuesto, porque es la única manera que tendrá de hacer algo cuando llegue.
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