«A las madres afganas les arrebatan a sus hijas para dárselas a soldados»

-¿Cómo se le queda el cuerpo al ver a las familias afganas, sobre todo mujeres, huyendo de sus hogares?

-Es rompedor. No me entra en la cabeza cómo esas personas maltratan y desprecian a la figura más importante de su vida, su madre. No entiendo cómo no tienen cariño por ellas. Están arrebatando a las madres afganas a sus hijas para regalarlas a los soldados. Por eso están huyendo despavoridas con sus niñas.

-¿Cómo cree que va a evolucionar está situación?

-Creo que los opresores, en este caso los hombres, terminarán siendo oprimidos igual que las mujeres. En el momento en que enseñas a la gente a maltratar para doblegar a una parte de la sociedad corres el riesgo de sufrir el mismo trato, o al menos uno similar. Ellos también se acostumbrarán a ser oprimidos, en el trabajo o quizás yendo a una guerra que no es la suya.

-Por el momento, los talibanes ya se han reunido con otras potencias como Pekín. ¿Qué opina de este tipo de relaciones?

-Están utilizando el mismo esquema que los partidos políticos de ultraderecha, venden una política más relajada que la anterior, pero no me la creo. Es una estrategia para que los países democráticos no envíen sus tropas y las potencias accedan a entablar relaciones con el gobierno

-¿Cómo podemos ayudar en esta situación tanto los ciudadanos de a pie como los políticos?

-La solución real para este conflicto es meramente política. Es necesario ofrecer asilo y ayuda humanitaria a los ciudadanos, pero para ello deben reunirse todos los estados. Aunque es complicado, porque cada país tiene intereses individuales en Afganistán. El país está muy bien posicionado y tiene recursos, como el gas, que muchos países quieren obtener.

-Precisamente el día 27 de agosto se llevará a cabo un recital en Gijón, un homenaje a las poetas afganas, para revelar esa 'cara oculta' de las mujeres de aquel país.

-El objetivo es crear un sentimiento de conciencia y solidaridad a favor de las mujeres afganas. Para ello, en primer lugar, recitaremos cuatro poemas escritos en persa que expresan las distintas situaciones que vive la mujer en su día a día. Qué sienten al estar en el exilio, la denuncia a un jefe religioso por haber provocado la guerra, entre otros. Y en segundo lugar, contaremos con la interpretación de treinta coplas en pastún, la lengua de los talibanes, que profesan un grito desgarrado de protesta y, en ocasiones, burla.

-¿Y el cierre del acto?

-Ofrecemos un coloquio para que los asistentes puedan resolver sus dudas. Lo mejor, en este aspecto, es que la gente hable por si misma, no que lo haga yo que soy una occidental.