Las antiguas instalaciones de Vauste en Gijón están ya valladas para llevar a cabo su derribo

La empresa Servicios de Alimentación y Bebidas Asturias 2005 Sociedad Limitada, propietaria de la cadena Supercash, ya ha vallado y perimetrado la superficie de las antiguas instalaciones de Vauste, sitas junto a la avenida de Oviedo y la calle Antonio Tajani en Santa Bárbara, Gijón. Todo está listo para comenzar su derribo. Solo queda que se firme la licencia preceptiva. Esto ocurrirá «en los próximos días», asegura el Ayuntamiento.

Una vez que se dé luz verde, comenzarán los trabajos que se calculan que finalicen «en tres o cuatro meses», señala Juan Carlos Mediavilla, director financiero de Supercash Avilés. Una vez que se complete la demolición, se procederá a la construcción del nuevo centro de la cadena dedicada a la venta mayorista para hostelería. Esta nueva apertura se sumará al Cash&Carry que desde hace tres décadas tienen en La Calzada.

Los bienes adquiridos por la empresa son, en concreto, tres parcelas que suman más de 10.900 metros cuadrados de superficie. En total, la cadena cuenta con que la superficie construida sea de 7.300 metros cuadrados. También se hará un aparcamiento. «Lo que es el núcleo replicará a nuestros otros centros como el de Avilés», indicó Mediavilla. Aparte de la oferta de alimentación y bebidas, este nuevo centro contará con secciones de mobiliario y menaje. «Queremos que el cliente pueda tener todo lo necesario para partir desde cero», explica.

La compañía asturiana se hizo con las instalaciones por 3.619.000 euros. Casi un 10% de esta cantidad (319.000) será retenida para hacer frente al plan de descontaminación de aguas subterráneas que había iniciado el Principado a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y que permitió que se llevara a cabo la retirada de 200 toneladas de residuos tóxicos. «Es un proyecto a medio largo plazo que conlleva una serie de actuaciones. No es incompatible con la otra obra y se realizará en paralelo», aclaró Mediavilla.

Cabe resaltar que en los últimos meses las instalaciones han sido objeto de numerosos saqueos. La fábrica fue arrasada por completo convirtiéndose en un foco de problemas e insalubridad para los vecinos de Santa Bárbara.

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