140 años de ocio popular en el Ateneo Obrero
RAFAEL SUÁREZ-MUÑIZDOCTOR GEÓGRAFO URBANISTA
Domingo, 15 de agosto 2021, 00:44
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RAFAEL SUÁREZ-MUÑIZDOCTOR GEÓGRAFO URBANISTA
Domingo, 15 de agosto 2021, 00:44
El Ateneo Casino Obrero, nombre con que nació la primera gran entidad sociorecreativa de la historia de la ciudad, el 12 de agosto de 1881, ... vio como su andadura quedó detenida tras la Guerra Civil y todos sus bienes fueron incautados. La cual se refundó, en 1981, en la calle Covadonga (número 7). Un ejemplo de asociacionismo dirigido a la mayoritaria población obrera, procedente fundamentalmente del éxodo rural a las labores industriales de la villa y puerto de Gijón, cuyos fines eran análogos a los perseguidos por las Escuelas de Artes y Oficios. En cuanto a nivel formativo, el Ateneo Casino Obrero y el Real Instituto Jovellanos solo tenían por delante a la Universidad de Oviedo. Pugnando por mitigar el analfabetismo obrero: se impartían clases diurnas y nocturnas a las que acudían centenares de socios de todas las sucursales barriales. Mención especial requiere aquella famosa y corpulenta biblioteca circulante con más de 3.000 volúmenes en 1899 y numerosas revistas científicas.
La primera sede central se estableció en el número 24 de la calle Rastro (El Carmen) y hacia 1896 se trasladó a un caserón con un jardín anexo cedido por la benefactora Bárbara Díaz Valdés-Hevia -recordemos que fue la promotora del Centro para Obreros Católicos que dio lugar al Salón Ideal- entre las calles San Bernardo y La Merced, donde se construyó el teatro Arango en 1950. Como veremos, en el Ateneo Casino Obrero, que fue el precursor de otros círculos y casinos semejantes cuando en Gijón no había nada de este tipo de ofertas, había muchas formas de ocio: allí se celebraban veladas literarias y musicales (conciertos y coros) con pianolas en directo y hasta disponía de orfeón; en el jardín se hacían verbenas y teatro de verano; había clases de gimnasia higiénica, juegos de mesa, salones de lectura y eran habituales las exposiciones pictóricas. En 1905 se proyectó cine por primera vez en esta segunda sede y después se hizo permanentemente, en esta y en todas las sucursales.
Debido al creciente grado de aceptación, en 1905, se abrieron sucursales barriales en el este (La Guía-Somió) y en el sur (El Llano), aunque cerraron antes de la guerra por no ser rentables; salvo la de La Calzada (1904) sita primero en la calle Daniel Cerra y desde 1928 en su ubicación actual. El salón de actos del Ateneo Obrero de La Calzada fue el primer salón de variedades que tuvo el oeste de Gijón (cine, coro, rondalla, bailes, teatro, conferencias, etc.) tres decenios antes de la construcción del cine Rivero y el cine Asturias.
La sede central volvió a mudarse en diciembre de 1906 a un inmueble proyectado por el maestro de obras Ulpiano Muñoz (1893) en la calle Covadonga (número 3) y en 1920 se estableció definitivamente en el edificio de la calle Ezcurdia (número 7) frente al arenal de San Lorenzo, proyectado por Mariano Marín Magallón en 1896. En este inmueble, de la manzana conocida como «las casas de Beronda», se ofrecieron pioneras exposiciones, las primeras conocidas en la ciudad y que pudieron también ser el germen de la Exposición Regional de 1899. Tal fue el caso de la modesta Exposición Local de 1888 que se repitió en 1891. Tenía un gimnasio en el sótano y el salón de actos en la planta baja. En conclusión, se trataba de una entidad sociorecreativa que vino a satisfacer las necesidades letradas y ociales de un gran porcentaje de gijoneses cuando en Gijón no había una oferta de ocio estable en el tiempo y esta se reducía a la estacionalidad estival.
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