Amplio dispositivo durante dos jornadas para dar caza al sospechoso

Fue el jueves cuando los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) encargados de la investigación de la violación del parque fluvial pudieron determinar la identidad del presunto autor. Durante 48 horas desplegaron un discreto dispositivo en la ciudad para localizar a J. M. S., vecino del barrio de El Coto.

Finalmente, pudo ser arrestado a última hora de la mañana de ayer. No fue en su domicilio, sino en otro punto cercano que frecuentaba y al que acudió. En ese momento, fue arrestado por los agentes y trasladado a los calabozos de la Comisaría de El Natahoyo.

Al parecer, el hombre no tiene trabajo conocido y reside en la que fuera la vivienda de sus progenitores, a la que regresó tras cumplir catorce años de cárcel por otras agresiones sexuales. Fue a finales de la década de los 80 y principios de los 90 cuando ingresó en el centro penitenciario por la acumulación de condenas, todas ellas por delitos sexuales.

Desde que saliese de la cárcel en 2004 no había constancia de que hubiese vuelto a delinquir. La Policía Nacional trata ahora de determinar si pudiera estar involucrado en otros episodios perpetrados en la región en los últimos años y que aún permanecen sin resolver.

Los agentes creen que antes de cometer la violación el lunes por la mañana podría haber estado merodeando por la senda fluvial los días anteriores, inspeccionando la zona para determinar cuál era el punto más adecuado para atacar a una víctima y poder huir luego por un camino secundario. El área recreativa en la que fue asaltada la mujer tiene un acceso directo hacia la parroquia de Granda, por lo que tras la agresión no habría tenido que recorrer la senda verde, sino que podría haberse desviado.