La ampliación de terrazas que se permitía por la covid finalizará esta medianoche

«La resolución de mayo de 2020 ya recogía que su excepcionalidad quedaría sin efecto en el momento en el que las restricciones establecidas por las autoridades sanitarias finalizasen», recuerda el Consistorio. En su momento, la junta de gobierno llegó a aprobar una propuesta de modificación de la ordenanza de terrazas para incluir una disposición adicional que hiciera referencia a esta flexibilización de la normativa, con la intención de mantenerla hasta el 30 de septiembre de 2021. Sin embargo, ese cambio no se llegó a tramitar por la vía ordinaria -aprobación en comisión y en Pleno-, por lo que se mantuvo en vigor lo recogido en la resolución de Alcaldía con respecto a cuándo se pondría fin a esta situación.

Aunque las restricciones a la actividad hostelera dejaron de estar vigentes desde la medianoche del viernes al sábado, fuentes municipales señalan que se ha querido dar un pequeño margen para que pudieran aprovechar la afluencia de visitantes durante el puente. Y estos días se han podido ver en la ciudad tanto locales que mantenían la parte de la ampliación como otros que regresaban a su espacio original, aunque aprovechando el final de las limitaciones con respecto a la distancia entre mesas. La resolución del año pasado de la Alcaldía sí dejaba claro que el aumento de la superficie ocupada «en ningún caso puede suponer un incremento del número de mesas autorizadas».

El Consistorio aprovechó el comunicado en el que informó del final de las terrazas ampliadas para «agradecer a todas los vecinos del municipio la solidaridad que han demostrado durante todo este tiempo y su comprensión ante la cesión de espacios públicos a lo largo de este periodo». El portavoz de la federación vecinal urbana, Manuel Cañete, consideró ayer que «el Ayuntamiento ha sido ampliamente respetuoso con lo acordado e inteligentemente ha dejado que este puente todo continuara igual». Añadió que «ahora lo que tenemos que hacer es ponernos manos a la obra para modificar la ordenanza de terrazas y que en ella se delimiten los usos del espacio público».

Explicó que «no se trata de perseguir a nadie, sino de ordenar y normalizar la ocupación del suelo. La hostelería y las terrazas son una fuente de riqueza y de socialización, pero no todo puede ser justificado. Por encima de los toldos y las sombrillas viven vecinos con derecho al descanso y a no padecer ruidos y olores. Y las aceras y plazas públicas que se ceden para su explotación privada deben ser primero un lugar seguro de tránsito y estancia». Manifestó su sorpresa por que «algunos partidos estén pidiendo prórrogas y más prórrogas y no se les oiga hablar de la necesidad de replantear lo que está pasando».

Ángel Lorenzo, presidente de Otea Gijón, se manifestó precisamente anoche en tal sentido y solicitó al Ayuntamiento «un período de adaptación» al constatar en el último año y medio «un aumento de la demanda de las terrazas», que constituyen, recordó, «un servicio a los clientes y, también, una fuente de empleo, tan necesario actualmente».

Lorenzo agradeció la «comprensión y apoyo» del Consistorio y los vecinos en este tiempo y avanzó que plantearán de forma inmediata la mencionada conveniencia de una prórroga.