La ampliación del Parque Tecnológico proyecta un edificio para los grupos de investigación

Es un proyecto preliminar, dado que aún se está elaborando en el planeamiento urbanístico de la ampliación, pero ya se sabe que en la futura Milla del Conocimiento se tomará como referencia un caso de éxito: el edificio Espacio Campus, también conocido como 'El Cubo'. Ubicado en el campus de la Escuela Politécnica, junto a los edificios departamentales, es propiedad de la Universidad de Oviedo aunque lo alquila Impulsa y se gestiona de manera conjunta. Se define como un edificio dirigido a proyectos empresariales de nuevas tecnologías, investigación y desarrollo en estrecha relación con la Universidad, especialmente 'spin-offs'-es decir, nuevas empresas nacidas de otras que funcionan como filiales hasta que consiguen consolidarse y ser independientes-, y prueba de su éxito es que se encuentra ocupado en su totalidad. «Una de las ventajas de la Milla del Conocimiento es nuestra conexión con la Universidad a través de los grupos de investigación y el talento», asegura Díaz.

La ampliación, que extenderá el Parque Científico y Tecnológico hacia la zona de la Pecuaria, donde ocupará una superficie de 21,83 hectáreas, acercará todavía más ambos espacios físicos, que se convertirán en colindantes. Pero la idea es ir más allá para lograr que interactúen, que beban del talento y el conocimiento mutuos. «Es muy interesante facilitar esos espacios donde las empresas y los grupos de investigación compartan actividad», insiste Díaz.

Algo en lo que coincide el director de la Escuela Politécnica, Juan Carlos Campo, para quien «una característica fundamental que se debe buscar en el diseño del Parque es -precisamente- la posibilidad de interacción y colaboración entre quienes se instalen en el mismo». «Que uno vaya al Parque tanto por el entorno extraordinario que tenemos como por la posibilidad de formar parte activa de este ecosistema e interaccionar con quien, de otra forma, no podría».

Pide «prestar una atención particular a la vertiente más científica» del parque, aun entendiendo que «no todo tiene que seguir esta línea».

«El punto diferenciador de la Universidad es la investigación, así como la generación del talento», argumenta. Para sacarle partido propone generar «espacios donde pueda haber un núcleo investigador o laboratorios universitarios singulares alrededor de los cuales se pudieran instalar empresas relacionadas, tanto para hacer trabajos conjuntos como para favorecer la creación de 'spin-offs' que se irían configurando alrededor de este mismo núcleo». Y cita ejemplos concretos y «extrapolables» a Gijón, como el de la Universidad de Aachen.

Estos espacios «serían también enclaves donde las empresas estuvieran en contacto y conocieran de primera mano ese talento tan codiciado en estrella». «Lo visualizaría como una configuración en estrella: en el centro estaría el espacio compartido de investigación e innovación, y como satélites, las empresas con sus espacios particulares».

Respecto a la configuración del Parque, Campo apunta a la necesidad de que sea «ecológico y sostenible», marcándose como objetivo una Milla del Conocimiento «autosuficiente energéticamente, donde la movilidad esté bien desarrollada pero evitando los coches con soluciones tecnológicamente avanzadas». Trataría, también, «de eliminar todas las barreras que puedan separar el Parque de la Universidad, en particular la carretera».

El pasado mes de enero, el estudio de arquitectura Rueda y Vega Asociados, en colaboración con Paisaje Transversal y Compás Consultores, comenzaron a reunirse con las áreas afectadas para redactar el proyecto de urbanización para la ampliación del Parque Científico y Tecnológico, cuyo borrador debería presentarse en verano. El futuro parque seguirá «un formato más moderno, tipo campus» y será un espacio «abierto a la ciudadanía».