I. VILLAR
GIJÓN.
Jueves, 26 de agosto 2021, 00:35
La ampliación del Parque Científico y Tecnológico en el entorno de la avenida de la Pecuaria podría reportar al Ayuntamiento en el futuro, una vez esté a pleno rendimiento, 267.000 euros al año en ingresos procedentes del pago de impuestos. Así lo recoge ... el plan especial de este desarrollo urbanístico, ya en fase de información pública por un periodo de un mes, que estima en 135.670 euros anuales el dinero que podría llegar a las arcas municipales por el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles y en 131.644 el correspondiente al Impuesto de Actividades Económicas en un área donde junto a las empresas del sector científico y tecnológico convivirán comercios, negocios de restauración e incluso gimnasios y un hotel, con el objetivo de dotar a la zona de actividad más allá del propio horario de oficina. En el lado contrario de la balanza se sitúan los 124.000 euros que deberá dedicar cada año el Ayuntamiento de Gijón a mantenimiento del viario y las zonas verdes, así como al funcionamiento del alumbrado público. La diferencia anual entre ingresos y gastos, no obstante será de 142.000 euros a favor de las arcas públicas.
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En lo que respecta a la inversión necesaria para que este nuevo espacio empresarial se convierta en realidad, el estudio económico del plan especial cifra en 13,5 millones de euros las obras de urbanización que se prevé desarrollar en tres fases, a lo que deben sumarse los 10,4 millones que costará adquirir los terrenos que aún no son de propiedad municipal, incluidos los 81.000 metros cuadrados de la finca La Formigosa, por los que ya se ha alcanzado un acuerdo por 8,5 millones de euros con la Tesorería General de la Seguridad Social.
El parque contará con edificios de distinta tipología para atender diferentes necesidades empresariales. En la zona colindante con la avenida de la Pecuaria serán bloques «compactos», de hasta cuatro alturas, pensados para el alquiler de oficinas y con posibilidad de usos terciarios en la planta baja. Al norte y el este de la glorieta de la Pecuaria se apostará por una edificación abierta más similar a la que existe en el actual parque, con una sola empresa por edificio, con un máximo de tres alturas. En los terrenos colindantes con el camino de los Cinamomos, los más próximos a la zona residencial, serán de planta baja, también para una sola empresa que precise laboratorios, estudios de grabación o similares.
En la ordenación destaca, en el corazón del parque, un «centro de servicios» que estará dedicado a actividades terciarias y donde tendrían cabida desde restaurantes a cines. En el apartado de equipamientos se incluye una escuela pública infantil. Y las zonas verdes ocuparán 76.000 metros cuadrados, que se repartirán principalmente entre los jardines de la Quinta del Duque (que mantendrá sus elementos principales) y una gran «ágora» central que incluirá una «balsa de laminación» como parte de un sistema de drenaje sostenible que optimizará el aprovechamiento de las aguas pluviales, que tendrán una red independiente a la de las fecales.
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