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"El edificio se cae a cachos". La Jefatura de la Policía Local amaneció ayer con un nuevo episodio de fuga de agua, que obligó a desalojar a los funcionarios de las oficinas a las que se accede por la calle Hermanos Felgueroso. Las humedades, ... las paredes desconchadas y las fugas de agua sobre equipos electrónicos y documentos empiezan a ser –dicen los sindicatos– una "constante" en el edificio policial.
"Hay compañeros que se han llegado a encontrar ratas en la zona de los vestuarios", sostiene Ildefonso Rodríguez, delegado sindical de Sipla en Gijón. Por haber, hay también problemas de climatización. José Manuel Cerra, delegado de Usipa, denuncia que los termostatos de "todos" los radiadores de la Jefatura están estropeados. "Por momentos, hace un calor insoportable", apunta.
Los sindicatos Sipla y Usipa aseguran que han mandado a la Concejalía de Seguridad Ciudadana, al frente de la cual está el edil socialista José Luis Fernández, numerosos informes advirtiendo de las "importantes deficiencias de seguridad y salubridad" de las instalaciones.
"Van poniendo parches a un edificio que necesita una reforma integral. Son problemas que se suceden desde hace meses y nadie ha hecho nada por solucionarlos", se queja Cerra a EL COMERCIO.
SIPLA da cuenta incluso de que "el tamaño de los vestuarios no cumple con la normativa en relación al número de efectivos que somos". Los dos sindicatos policiales mayoritarios, cuyas posturas, por cierto, no siempre están alineadas en materia sindical, coinciden en calificar como "inadmisibles, precarias, inseguras e insalubres" las condiciones en las que trabajan.
Pasadas las 13 horas, los trabajadores de mantenimiento consiguieron poner fin a la fuga de agua. Ahora deberá acondicionarse la sala para el retorno de los funcionarios. Durante casi cinco horas se cortó el suministro de agua, quedando inhabilitados los baños y los vestuarios.
El estado del equipamiento municipal de Hermanos Felgueroso urge, más si cabe, la finalización de las obras de la nueva jefatura, que además de acumular ya más de un año de retraso, también tiene un sobrecoste de dos millones de euros, lo que eleva el presupuesto a 10 millones de euros. Actualmente, las obras están paradas para realizar cambios que afectarán a toda la distribución interior del edificio salvo una planta, ventilación, instalaciones eléctricas, telecomunicaciones y accesos.
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