«Ahora tengo más tiempo para poner en valor el Ateneo Jovellanos»

-¿Cuándo decide presentar su candidatura para relevar a Luis Rubio?

-Cuando se convocan las elecciones y veo que no hay ningún movimiento, que Luis está decidido a dejarlo sí o sí... lo primero que me pasa por la imaginación es que el Ateneo puede quedar en riesgo. Y las instituciones no pueden abandonarse así como así. Sobre todo instituciones que merecen la pena, que contribuyen de manera determinante a la ciudad.

-Tiene que presentar el aval de un 10% de la masa social. Con 380 socios, no parece difícil.

-(risas) No, no. Seguramente no lo será.

-Tras anunciar sus intenciones, ¿qué respuesta ha obtenido?

-Hay gente que me lo agradece y también quien se ofrece a colaborar. Mi objetivo es poder enganchar a esa gente a este carro.

-¿Quién quiere que le acompañe en la nueva directiva?

-No voy buscando figuras enormes. Quiero que me acompañe todo aquel que tenga inquietud en el ámbito cultural y que se pueda desenvolver en este ámbito. Unos formarán parte de la junta directiva y otros no tienen por qué. Olvidémonos de estructuras estáticas. Lo importante son las iniciativas, no los puestos.

-¿Qué aporta hoy el Ateneo a la sociedad gijonesa?

-El Ateneo fue creado en 1953, su cuerpo social tiene una personalidad y bajo esa estructura plantea una actividad cultural que está al alcance de todos, la posibilidad de relacionarse de la masa social, realizar actividades que sean capaces de enamorar a otras personas que están en el entorno aunque no sean socios y la puesta en valor de todos aquellos actores en el ámbito cultural que quieren tener una catapulta para que sus trabajos e ideas sean conocidos por el resto de la comunidad.

-¿Qué ha cambiado en el Ateneo desde que usted fue presidente, entre 2013 y 2016?

-Cambiaron las circunstancias. Uno de los graves problemas a los que me tuve que enfrentar entonces fue que no teníamos sede. Ahora tenemos una sede muy digna, aunque en la que tampoco tenemos la libertad de usar espacios como quisiéramos ni como se corresponde con nuestra actividad. Y no me estoy refiriendo solo a la situación del Ateneo sino a la de todas las entidades presentes en la antigua Escuela de Comercio. Es una insatisfacción generalizada.

-¿Y qué hay de distinto en el Álvaro Muñiz de entonces y el de ahora?

-Lo primero, y fundamental, que entonces compaginaba la presidencia del Ateneo con mis obligaciones profesionales, que eran muy absorbentes, y ahora estoy jubilado...

-Sinónimo de más tiempo...

-Más tiempo no solo para estar, sino para pensar, para decidir y proyectar. Más tiempo y más tranquilidad para poner en valor esta herramienta que es muy eficaz para la actividad cultural de la ciudad. Ahí están los hechos.

-Gijón opta a Capital Europea de la Cultura en 2031. De lograrlo, ¿sería un orgullo para el Ateneo haber aportado su granito de arena?

-Sería un orgullo para el Ateneo y para Gijón. Lograrlo es mucho más interesante de lo que parece, es un premio que los demás consideren que tienes la actividad y el suficiente empaque como para poder ostentar esa denominación.

-Luis Rubio se va con la espinita de no haber conseguido rejuvenecer la masa social del Ateneo. Usted dice que será su principal reto. ¿Sin ese relevo generacional, la entidad languidece y corre riesgo de desaparecer?

-El riesgo está ahí, evidentemente. Es algo que se ve en que tampoco haya una candidatura alternativa. Hemos ido perdiendo socios y debemos darnos cuenta de que el Ateneo necesita tener un mínimo cuerpo social. También es cierto que no se trata solo de un número, se necesitan socios comprometidos. Y los que tiene el Ateneo hoy por hoy son gente que participa.

-¿La edad media de los socios?

-No lo sé, pero altísima. La otra vez que estuve como presidente pregunté la edad del socio más joven y me contestaron: 'Pues debes de ser tú'. Y de aquella ya debía andar por los sesenta...

-¿Qué ideas tiene para rejuvenecer la masa social?

-Acercarme a colectivos, a gente que provenga de muchos lugares, y enamorarlos. Darles cancha a sus iniciativas e ideas. Por ejemplo, se me ocurre divulgar a través del Ateneo algunas de las tesis que se están realizando en la Universidad.

-¿Más objetivos?

-Mantener lo que funciona bien, como el club de lectura. Incluso, ahora que sin tener mucho dinero hay cierta estabilidad, recuperar la bienal de acuarelas y alguna cosa más.

-Este proceso de relevo en el Ateneo coincidirá en el tiempo con el congreso local de Foro, en el que dejará la presidencia en manos de Jesús Martínez Salvador.

-Bueno, dejaré el partido en las manos del que se presente y gane.

-Como en el Ateneo no parece que vaya a haber rival.

-Lo que he buscado es, antes de decir que dejaba la presidencia, saber que había alguien que podía tomar el relevo. El trabajo que han hecho nuestros chicos en el ámbito municipal ha sido tan bueno tan bueno que seguro que lo hacen mejor que yo.

-¿Martínez Salvador debe ser el cabeza de lista para las próximas elecciones municipales?

-Será lo que decida la nueva junta directiva del partido. Bajo mi punto de vista sería un buen cabeza de lista, pero no me corresponde a mí decirlo.

-Me interesa conocer su opinión. ¿Cree que Carmen Moriyón dará el paso y será ella la candidata?

-No tengo ni idea. Sé que hay voces que se lo están pidiendo.

-¿A usted le gustaría?

-Me parece que el que una presidenta de un partido de dimensión regional como la nuestra fuera alcaldesa supondría un problema para el conjunto de la presidencia de Foro Asturias, porque a más de uno, y en más de una localidad, no le gustaría nada. No creo que se pueda compatibilizar adecuadamente. Y no por un problema de capacidad, sino de las circunstancias.