ALSA defiende el intercambiador del Humedal para líneas regionales, aunque urge la intermodal

Su propuesta, según indicó en sus declaraciones a los medios de comunicación, es que la estación intermodal se quede para los trayectos nacionales e internacionales y que el intercambiador del Humedal sirva para descongestionar esa infraestructura reservándola para las paradas de trayectos más cortos (regionales). Esta, por otra parte, era una de las objeciones que en su día puso Foro al proyecto del Principado, que se acabase convirtiendo en un lugar donde paran autocares.

Sobre la actual estación de autobuses, donde se concentra actualmente el tráfico que podría acabar desviándose al Humedal, Jacobo Cosmen indicó que «es excesivamente pequeña, fue construida cuando los vehículos tenían nueve metros de longitud, mientras que ahora algunos tienen casi 15 metros, con el agravante del conflicto permanente entre la circulación de vehículos y peatones». De esta forma cree que el Humedal vendría «francamente bien» para «relajar y quitar intensidad de operaciones a la actual estación de autobuses». Cosmen reforzó esta postura en lo que ya dice el Consorcio de Transportes, encargado de regular los tráficos, y que ve «con buenos ojos» que los tráficos regionales se concentren en el intercambiador del Humedal (los nacionales corresponden al Ministerio de Transportes).

¿Esto lo solucionaría la estación intermodal? ALSA reconoce que sí, pero «los plazos de construcción todavía son largos» mientras que el intercambiador del Humedal vendrían a dar varias respuestas: «sería una solución desde un punto de vista de la centralidad» y «es una apuesta por la movilidad sostenible que favorece el transporte público».

Quien también fue claro ayer con su postura sobre el intercambiador fue el comité de empresa de Emtusa. No se anduvo con rodeos en criticar el proyecto del Principado y que tiene asociados fondos europeos. «No nace ni de la demanda ciudadana ni los de trabajos de elaboración de los distintos planes de movilidad que se han elaborado en Gijón en los últimos años y que ha contado con la colaboración de los distintos colectivos ciudadanos».

A juicio del comité de empresa, el proyecto del intercambiador en el Humedal se traduce en «una estación de autobuses a cielo abierto» y que «puede repercutir negativamente en la calidad del servicio que presta Emtusa». Esto lo argumentan por «la importante tensión de tráfico de autobuses y autocares como los prolongados tiempos de espera en los andenes» que podrían, según prosiguen «condicionar la agilidad y rapidez del servicio, provocándose importantes atascos».

Hace unos días se habían pronunciado las patronales de transporte que, ellas sí, fueron favorables porque «daría como resultado una experiencia de viaje aún más satisfactoria en lo que se refiere a seguridad y accesibilidad» y tildó la infraestructura del Humedal como «complementaria» con la futura estación intermodal.