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MARCOS MORO
GIJÓN.
Lunes, 21 de mayo 2018, 00:53
Los alquileres de verano vuelven a dispararse en la ciudad en las zonas más selectas. Aquellas que en el argot del sector inmobiliario se conocen como 'prime' o 'premium' y que coinciden con viviendas de particulares situadas en la primera línea de playa en ... San Lorenzo, Poniente, el Puerto Deportivo y calles céntricas como Corrida.
El arrendamiento vacacional de un piso de tres dormitorios para seis personas -con un tamaño de entre 85 o 90 metros cuadrados- y vistas a la bahía de San Lorenzo no baja en la primera quincena de agosto, el periodo de tiempo más demandado, de los 150 euros por noche. La tarifa por días sueltos cada vez es más alta. Según las estancias sean más largas se suelen aplicar descuentos de hasta el 30%. En temporada alta, si se alquila un piso de estas características todo el mes, puede cerrarse el contrato por 2.000 euros. 2.500 si el arrendamiento es por quincenas. Y si se hace por semanas, de 3.000 para arriba. Son referencias de precios cada vez más altas que no se veían en Gijón desde los años anteriores a la crisis.
Parejas con niños o matrimonios mayores del interior de Asturias o de la península son los que más tiempo están dispuestos a pasar en la ciudad. Las agencias con las que siguen contactando este tipo de clientes -en los tiempos de Airbnb, Niumba, Homeaway y otras plataformas turísticas por internet- cuantifican en 1.500 euros al mes el presupuesto medio que en principio están dispuestos a abonar por sus estancias en pisos vacacionales. Sus preferencias son zonas como el barrio de La Arena -por la proximidad con la playa-, Marqués de San Esteban y el entorno de la Plazuela. Cimavilla y la zona del parque de Isabel la Católica hasta El Bibio también ganan cada vez más adeptos.
Lo que está pasando en el mercado del alquiler de vivienda es una burbuja de manual. Gijón no es ajena a un fenómeno que se está dando en las grandes ciudades y los principales municipios costeros del Norte de España. Que se lo digan a quien ha tenido que buscar un piso en los últimos meses a través de alguno de los principales portales inmobiliarios. No solo se habrá encontrado con unos precios disparados: también habrá comprobado que cada vez hay menos stock de inmuebles disponibles para arrendar. Porque, además de la alta demanda, en crecimiento exponencial en los últimos años, una buena parte del parque de viviendas que manejaban las inmobiliarias se ha derivado a otro mercado: el de los pisos vacacionales. La explicación es que a los propietarios les sale más a cuenta alquilarlos por días o semanas a los turistas que atarse a contratos de larga duración, y menor cuantía, con inquilinos locales.
Fuentes del sector inmobiliario aseguran que de cada diez pisos que en Gijón se venían ocupando con alquiler tradicional (con contratos de una duración máxima de tres años prorrogables según la Ley de Arrendamientos Urbanos) entre dos y tres se están pasando en la actualidad al alquiler turístico o vacacional para conseguir una rentabilidad superior, recuperar la vivienda cuando se quiera y no desgastar tanto sus propiedades. Estas mismas fuentes, que anticipan casi una plena ocupación turística de las viviendas de particulares que a estas alturas aún no se han alquilado, aseguran que las rentas de temporada han subido de media un 10% en un año. Muy por encima del crecimiento de los salarios en la ciudad.
Gijón encabeza en este momento en Asturias el alquiler de pisos turísticos por habitaciones y días. Cerca de 240 arrendadores de viviendas han legalizado su negocio turístico desde la entrada en vigor, en agosto de 2016, de un nuevo decreto del Principado para acabar con los alquileres pirata. Carecer de licencia para alquilar una vivienda VUT (Vivienda de Uso Turístico) puede conllevar sanciones que oscilan entre los 601 y los 6.010 euros y seis meses de inhabilitación.
Las razones principales para alquilar vivienda vacacional son dos: trabajo y ocio. En el verano se alquilan muchas viviendas a gente que viene a trabajar en las grandes citas estivales (como la Feria Internacional de Muestras, Metrópoli o la Semana Negra) y espectáculos. En un piso de tres dormitorios debidamente preparado pueden alojarse hasta ocho personas.
Por ocio o vacaciones hay varios perfiles claros en Gijón: familias, amigos o personas de determinada edad a las que le gusta la ciudad y repiten estancias veraniegas.
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