Vista del Muro en su estado actual con lo que era el 'cascayu' compartido por coches y peatones. PALOMA UCHA

La alcaldesa de Gijón promete un final de mandato «intenso» para iniciar los proyectos pendientes

Se compromete a dejar contratado el plan especial del Muro aunque «quien lo vaya a definir y aprobar será la próxima Corporación»

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Martes, 10 de enero 2023, 01:56

Los meses que restan hasta la cita con las urnas del próximo 28 de mayo serán de mucha intensidad. Lo serán por descontado en lo político -con caras nuevas en los carteles electorales de prácticamente todas las formaciones-, pero la alcaldesa de Gijón pensaba ayer ... sobre todo en la ejecución de proyectos y obras planificadas por su equipo de gobierno -y que aún están pendientes- cuando se refería a ese «fin de mandato intenso» que se avecina. Toca ahora «pisar el acelerador para hacer el mayor número de cosas posible». Porque todo, asume Ana González, «es imposible».

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En una entrevista en la emisora local de Onda Cero, la regidora socialista se refirió a ese mayor volumen de obra que se verá en la ciudad durante los próximos meses pero, quiso subrayar, no por tratarse de año electoral sino «por el devenir lógico de estos cuatro años» marcados por una pandemia, la del covid, que ralentizó cuando no paralizó diversos proyectos y además los hizo más costosos por las derivadas posteriores de la escasez de materiales y el incremento del precio de los mismos. La pandemia obligó a «revisar previsiones de gasto» y a «añadir tiempo que en otras ocasiones no hubo que añadir» a procedimientos administrativos ya de por sí complejos. En este sentido, Ana González instó a revisar los marcos legales que, en el ámbito nacional, limitan la acción de las administraciones, como la Ley de Contratos y la Ley de Subvenciones.

En cuanto a los proyectos a los que se ha colocado la etiqueta de 'prioritarios' y que deberían arrancar en estos próximos cuatro o cinco meses citó el dragado de los estanques del parque de Isabel la Católica, la renaturalización del río Piles (del que confía en que se convierta en paseo habitual para los gijoneses y «un punto de referencia para los que nos visitan»), el impulso al transporte público, con la construcción de carriles-bus o el intercambiador de El Humedal (obra que depende del Principado) y la firma del convenio que permita la cesión de uso del edificio de los antiguos juzgados de Prendes Pando por parte del Gobierno regional.

Pendientes de la obtención de fondos Feder, citó la construcción de un nuevo pabellón deportivo en la zona oeste -una infraestructura que sería «correlativa» con la existente en La Guía, «porque el oeste necesita una instalación deportiva de alto nivel para seguir construyendo ese tapiz de ciudad equilibrada con idénticos servicios y recursos se viva donde se viva», defendió- y el proyecto para acometer la distribución interna del edificio de Tabacalera.

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También se quiere avanzar en el nuevo plan especial del Muro. Al menos con la contratación del mismo. Porque «quien lo vaya a definir y aprobar será la próxima Corporación». La alcaldesa mostró su intención de abrir ese camino, de «adelantarles el trabajo para que algo que está muerto, porque yo creo que nació muerto y luego lo mataron» (dijo refiriéndose al plan especial del Muro de 2004) «sea algo atractivo y que se ajuste a los nuevos paradigmas, a los nuevos modelos de ciudad». Como referentes, citó las actuaciones de Donosti o de Estepona, esta última con un alcalde del PP. El handicap, anotó, es la dificultad que se están encontrando para contratar dicho plan. «Parece que en el sector de la construcción y en el de la arquitectura hay en este momento trabajo», constató.

«No es un drama»

A lo largo de la entrevista también se refirió a su abrupta salida de la carrera electoral, primarias mediante. Volvió a la idea, ya otras veces mencionada, de que desde la ejecutiva de Monchu González «se incurrió en un ejercicio de crueldad innecesario» con ella. Y lamentó tanto las aceradas y en ocasiones infundadas críticas contra su persona -como que tuviera su residencia en Oviedo, «cuando no vivo allí desde hace más de treinta años»-, como que «quien debía haber deconstruido esas mentiras no lo hizo».

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Asumido el final anticipado de su mandato -«no fue un momento feliz, pero es pasado y pasado está. No es un drama en mi vida»-, avanzó que volverá a la docencia y que lo que tenga que venir vendrá porque «me gusta la política», pero «no busco nada».

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