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«Nos encontramos un ayuntamiento paralizado y una ciudad que parecía condenada a ser el vagón de cola. Pero asumimos el mandato de la ciudadanía de poner Gijón a la cabeza de los trenes que estaba acostumbrada perder, y en eso seguimos trabajando, como una ... obligación política y moral», destacó la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, durante su intervención en el debate sobre el estado del municipio, en la que defendió la reactivación de proyectos de ciudad y un mandato «en el que hemos pasado de los augurios a las realidades, de la parálisis a una actividad intensa y de las dudas a las certezas, para trabajar por un Gijón privilegiado para vivir, atractivo para quienes nos visitan e irrechazable para la inversión».
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Guillermo Maese
Tras abrir su discurso, con motivo del 25N, con una referencia a las políticas de Igualdad en la que destacó las 726 mujeres atendidas por el Centro Asesor de la Mujer frente a una «violencia que no cesa» y los retos de cara al próximo año para «dar forma a las unidades de Igualdad y aprobar el III Plan de Igualdad del personal municipal», la regidora inició un repaso por diferentes áreas de gobierno, remarcando en todo momento el «trabajo cohesionado» del equipo que conforman los concejales de Foro, PP y el edil no adscrito, Óliver Suárez, y rechazando las críticas de la oposición a su «falta de diálogo», poniendo como ejemplo de lo contrario la reciente suscripción de un nuevo convenio colectivo municipal, el pacto de concertación social 'Gijón Futuro' y, echando la vista atrás a su anterior etapa de gobierno, la aprobación en 2019 de un PGO «que hoy es la primera y más importante garantía del futuro de la ciudad, porque en su desarrollo es donde están los cimientos del Gijón que queremos hacer».
Moriyón habló de «la gran deuda que tiene la ciudad con la zona oeste», señalando cómo uno de los precios que tuvo que pagar en el último siglo «para ser el motor industrial de Asturias» fue la pérdida para la ciudadanía de casi un kilómetro de costa, que quedó ocupado por los astilleros. Y prometió que «antes de que finalice el año, toda la línea costera que va desde el Acuario hasta el Tallerón volverá a ser propiedad de la ciudad de Gijón, mientras seguimos dando los pasos necesarios para abrir tan pronto como sea posible a la ciudadanía el espacio de Naval Azul». También destacó el «buen ritmo» que sigue el proyecto de ampliación del Parque Científico y Tecnológico, «que seguiría estancado si no hubiéramos modificado las fases de ejecución y reordenado todo ese proceso». En ese mismo ámbito se refirió a las obras en marcha por parte del Principado para la ampliación del Hospital de Cabueñes, del que consideró un complemento el que el grupo sanitario Quirón prevé construir en terrenos de Nuevo Gijón, «que será líder en su ámbito y conllevará la inversión de decenas de millones de euros, la creación de empleos de calidad y una mejora de la calidad asistencial». Destacó las gestiones realizadas para tramitar «en un tiempo breve, pero mayor del que nos hubiera gustado» la modificación del PGO que era necesaria para permitir la obra de este equipamiento privado, «que entendemos como una inversión estratégica para Gijón». Y defendió la importancia de atraer inversiones como esa, que permiten además aumentar los ingresos municipales. «Pretender que el Ayuntamiento se financie por la vía cómoda de subirle los impuestos a la ciudadanía es abdicar de la responsabilidad de gobernar», apuntó.
Sin salir del Urbanismo, recordó la modificación aprobada recientemente en el PGO en lo que respecta a los equipamientos, «para que pueda salir adelante la residencia universitaria, después de que hasta ahora todos los proyectos anteriores fracasaran porque los números no salían», recordando que ese cambio también permitirá dotar de una pista polideportiva al colegio Río Piles o ampliar el centro especial de empleo de APTA, así como «dotar de viabilidad el proyecto del Principado para hacer viviendas para jóvenes en peritos, porque si no se permitiera una superficie comercial en los bajos al sector no le saldría rentable».
En políticas de vivienda, defendió que con la presentación del Plan Llave para la construcción de pisos sobre parcelas municipales «estamos exprimiendo las competencias que tiene el Ayuntamiento en esta materia» y remarcó que Gijón se adelantó a otras ciudades «con la aprobación de una moratoria para las viviendas de uso turística» de cara a contener su expansión. Y en inversiones, tras destacar una ejecución presupuestaria del 95,1% con respecto a las cuentas aprobadas en enero y del 76,7% si se suman los remanentes, hizo referencia a los 2,7 millones de euros que se han dedicado a conservación, mantenimiento y limpieza de caminos en la zona rural, a la adjudicación de las obras de la primera fase de rehabilitación de edificios en la Obra Sindical de Contrueces, al próximo inicio de la Escuela Infantil de El Llano, a la finalización en plazo de las obras de una ecomanzana de La Calzada «que estaba abocada a perder la subvención» y a la ejecución adicional de carriles bici «para cumplir con los hitos que marcaban las ayudas europeas».
En el marco de estas ayudas procedentes de Europa, hizo referencia a las obras comprometidas por el anterior gobierno municipal para la reforma de los colegios publicos de Los Campos y Rey Pelayo y el de educación especial de Castiello. «Nos encontramos con una estimación que cifraba en 2 millones de euros la aportación municipal para las obras de estos tres centros, pero una vez redactados los proyectos esa cantidad ha pasado a superar los 13,5 millones de euros», una cifras que consideró «preocupantes», añadiendo que «una buena gestión, que no se embarcara en unas actuaciones que son competencia del Principado, hubiera permitido reservar esa inversión a obras de mantenimiento en los 38 colegios de la ciudad, que es lo que sí le corresponde al Ayuntamiento». Señaló que, «sin dejar de acometer las obras necesarias que necesiten otros colegios para estar en un perfecto estado de revista», se seguirá adelante con las actuaciones previstas en Los Campos y Castiello, pero la actuación del colegio Rey Pelayo se redimensionará tanto en alcance como en plazos y presupuestos para «para lograr una rápida vuelta del alumnado a las aulas y que no siga perdiendo alumnado, que es lo que quiere su comunidad educativa, no cubiertas verdes».
La alcaldesa aseguró que las obras de Tabacalera «darán comienzo en 2025 y constituirán el mayor proyecto inversor de los últimos años», para liderar en materia de cultura una «vía gijonesa» en la que también enmarcó la residencia artística abierta en el Palacio de Contrueces y la reapertura al público del Palacio de Revillagigedo, «donde 45.000 personas han vuelto a disfrutar de forma gratuita de una exposición de fondos municipales». Dentro de este área también destacó la recuperación del Festival Arcu Atlánticu «tras su eliminación sectaria» y los diagnósticos realizados en los equipamientos museísticos para poder acometer un plan de mejoras en los años 2025 y 2026.
En Movilidad, «que el pasado mandato fue el mayor foco de conflictos no solo en el Pleno, sino también con la ciudadanía», se refirió al «segundo rescate de EMTUSA» con la aprobación de un plan de electrificación de la flota y las cocheras en la que se invertirán 23 millones de euros, así como a la anulación de una ordenanza de Movilidad «con la que 40.000 vehículos con su ITV en vigor y el pago de la viñeta al día no iba a poder circular por Gijón en 2026». Con respecto a esta última cuestión apeló a los socios del anterior gobierno municipal diciéndoles «si esa medida respondía a una especie de selección natural o si se preguntaron alguna vez si esa personas no cambiaban de coche por que no podían» y criticó que al tiempo que se imponían esas restricciones ambientales al vehículo particular «el Ministerio de Transportes licitaba fraudulentamente un vial de Jove que no pudo ser y que sí iba a tener gran peso en reducir parte de la contaminación, sobre todo en la zona oeste».
En cuanto a otra de las «deudas históricas del Gobierno central con Gijón», señaló que «a principios del próximo año, como muy tarde, debe estar listo el nuevo convenio que recoja las condiciones de edificación en el solarón, donde llevamos meses trabajando de forma intensa para hacer compatible la sostenibilidad financiera del proyecto del plan de vías con la aspiración legítima de la ciudadanía de conseguir ahí la segunda mayor superficie verde de la ciudad, después del parque de Los Pericones». Añadió que en las negociaciones con el ministerio «hemos puesto el énfasis para que el viaducto de Carlos Marx sea derribado con el carácter más inmediato posible», destacando que «no es una actuación solo estética, sino también psicológica, para una ciudad que lleva años sin ver ningún avance en estas obras. Gijón no perdonaría que este mandato no haya tampoco ahí avances claros y tangibles». También consideró necesario que haya avances este mismo mandato en lo que respecta a las alternativas al fallido vial de Jove.
Con respecto a la recuperación de los antiguos juzgados de Prendes Pando, aseguró que siguen en marcha las conversaciones con el Gobierno autonómico «para encontrar una solución viable» que evite la pérdida de los cuatro millones de euros de una subvención europea ligada a dar un uso social. «Le hemos dicho al Principado que, con los proyectos que tenemos en marcha, no disponemos de los 15 millones de euros que se necesitan para ejecutar la obra y en el plazo necesario, y tambíen ellos nos han dicho que no tienen disponibilidad, pero no renunciamos a nada y seguiremos tratand de encontrar una opción viable».
En su turno de cierre, tras un debate que se prolongó durante tres horas y media, la alcaldesa manifestó su deseo de que los grandes proyectos de ciudad a los que hizo referencia durante sus intervenciones, como el desarrollo de Naval Azul, el Parque Científico y Tecnológico, Tabacalera o el impulso a la construcción de vivienda «no sean solo la hoja de ruta de este gobierno, sino las prioridades de todos los que estamos aquí, criticando lo que haya que criticar, pero sin olvidar lo que es importante para Gijón». En este sentido, llamó a «tender un puente de acuerdo» al margen de siglas políticas, «porque los proyectos que van a marcar a corto y medio plazo el futuro de Gijón entienden poco de ideología y mucho de razón».
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