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Decía la alcaldesa en la presentación de la programación estival que este sería «un verano como los de antes». Superados dos meses de festejos, la gerente de Divertia, Lara Martínez (Gijón, 1978), matiza (al alza): «Hemos tenido uno mejor».
-Con el récord del escanciado, ... llegamos casi a la página 136 del programa de festejos, ¿aliviada?
-Sobre todo contenta. La tensión del verano forma parte de este trabajo. Lo importante es que el resultado fuera bueno para Gijón, y creo que lo ha sido.
-¿Se quedó más tranquila al comprobar que los drones volaban y que los fuegos se veían?
-Cada uno de los hitos iba sucedido de un momento de relajo, previo a uno nuevo de tensión. Dicho esto, la traca final de los fuegos fue emocionante.
-Lo artesanal sigue ganando a lo digital...
-Son dos cosas condenadas a entenderse por el bien del espectáculo. Los drones no vienen a sustituir a los fuegos artificiales. Para nada. Son cosas con un significado social muy distinto.
-Decía hace dos meses que el éxito es colectivo, pero que las críticas las asumiría en primera persona. ¿Algo que asumir?
-Asumo que debemos seguir trabajando para mejorar. Fue un grandísimo verano y la obligación es que el siguiente sea mejor.
-¿Con más drones?
-Vamos a intentarlo. Tenemos en mente una propuesta más ambiciosa porque fue uno de los grandes éxitos de este verano.
-Por cierto, la ha felicitado el concejal Manuel Vallina?
-Sí.
-¿Y usted a él?
-Las felicitaciones son mutuas cuando un área completa saca adelante un verano como este.
-¿Por qué le ha felicitado usted?
-Porque forma parte de este equipo, claro.
-Habían consensuado un reparto de roles y que fuera usted la portavoz de los festejos?
-No es algo planificado, pero al final soy gerente de la empresa de la que dependen, y en esa condición asumo la portavocía.
-Es que podría parecer usted la concejala 'de facto' estos meses, ¿no?
-No me parece que sea así.
-¿Ya le han llamado a la puerta los hosteleros para alargar la Semana Grande?
-No, aunque tenemos alguna reunión pendiente para abordar ese tema y otros que se han ido planteando a lo largo del verano.
-¿Es partidaria?
-Nosotros tenemos capacidad organizativa y de trabajo para asumir una Semana Grande de más días, pero para ello hace falta disponer de un presupuesto mayor.
-¿Vio todo tipo de públicos en los conciertos?
-Lo de todos los públicos es un concepto un poco etéreo, pero hubo muchos tipos. Ha sido una programación variada.
-Tirando de lenguaje 'millenial', verlo es como dar un «zasca»...
-El tiempo pone las cosas en su sitio. El 'zasca' no es algo por lo que me guíe, pero cada uno tiene que analizar las cosas.
-No me diga que ni una sonrisilla un poco maléfica...
-... pero interior.
-Hubo tantos festejos que quizá nadie le ha sacado el tema de los macroconciertos en este tiempo...
-(Risas) La verdad es que no. La oferta ha sido tan amplia y variada que no se echaron de menos.
-Ya estamos nosotros para recordárselo: ¿En qué punto están?
-Es una opción que lleva aparejada una aportación muy elevada por parte del Ayuntamiento. Y, desde luego, hay que valorarlo muy tranquilamente. Los promotores privados también deberían de formar parte de que se hiciera, porque no siempre el Ayuntamiento tiene que soportar el peso de una actividad así.
-No sé interpretar su respuesta. ¿Se está negociando algo?
-No. Estamos cerrando este verano y valorando que es una posibilidad para el año que viene o sucesivos.
-O sea, en este mandato no habrá macroconcierto.
-Es que acaba en mayo y los macroconciertos suelen ser en verano. Otra cosa es que se pueda dejar algo cerrado, pero de momento no hay nada.
-Hablaba de lo presupuestario, cuando vio la aportación para la ATP, ¿no levantó la mano preguntando «y de lo mío que hay»?
-No, intento trabajar coordinadamente con mis compañeros. La ATP es una oportunidad muy interesante para la ciudad. Otro año tendrá que ver con mi área.
-¿Tiene encarrilados los festejos del otoño?
-Nos corresponde el Festival de Cine. A partir de ahí, colaboramos con otras iniciativas privadas a través de patrocinios, como son Gijón de Pinchos o Gijón de Sidras, a lo que se suma la ATP.
-Entre tanto, ¿cuándo se coge vacaciones?
-Desde hoy.
-¿Irá a San Mateo?
-No, estaré fuera de España.
-Habrá fisgado la programación.
-¡Por supuesto! Forma parte de mi trabajo.
-¿Y qué le parece?
-Que es un modelo que no es el de Gijón. Está basado en el pago y aquí los festejos se basan en una oferta gratuita.
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