Aislamiento de casos sospechosos, toma de temperatura y desinfección

En primer lugar, se aislará a la persona infectada «en un espacio separado de uso individual» en la zona del servicio médico, que deberá colocarse, al igual que quien quede a su cuidado, una mascarilla quirúrgica. Se contactará con su familia y con el centro de salud -o en su caso con el teléfono de información que determine el servicio de vigilancia epidemiológica-, quien marcará las pautas de actuación a seguir. También se informará a la Policía Local para coordinar el posible traslado.

Además, se tomarán datos de posibles afectados alrededor del caso sospechoso, con el fin de facilitar «coordinación fluida y efectiva con los servicios asistenciales y de salud pública para organizar la gestión adecuada de posibles casos y el estudio y seguimiento de contactos». Y se procederá también a acordonar la zona en la que se encontrara la persona afectada «y a la limpieza y desinfección de la misma».

En caso de contagio de un trabajador de la Feria, además de desinfectar el área, se contemplan medidas como el cierre o aislamiento de la zona afectada y la detección de posibles contactos en el ámbito laboral, así como el aislamiento de la persona «en un espacio separado de uso individual, que dispondrá de papelera con pedal». Cada día se tomará la temperatura del personal con termómetros sin contacto.