El acuerdo de gobierno avanza en paralelo a las nuevas urgencias

En respuesta a las urgencias sociales, se multiplicaron las ayudas de emergencia (3,7 millones en 2020, frente a 1,4 el año anterior) y se puso en marcha un programa de ayudas para compras, heredero de la renta social municipal, cuya baja ejecución obligará no obstante a revisar condiciones como el plazo para hacer uso de ese dinero. Ante las urgencias empresariales, el Consistorio flexibilizó ordenanzas como la de terrazas, suprimió temporalmente algunas tasas, concedió ayudas económicas directas (con una primera convocatoria de 5 millones de euros que tardó ocho meses en resolver por completo y otra de 1,2 millones aún sin aprobar) y diseñó incentivos al consumo en hostelería, comercio, cultura y hoteles, mediante bonos de descuento y noches gratuitas.

Y entre las urgencias internas, hubo que aprobar una aportación extraordinaria de 3,4 millones de euros a EMTUSA por la drástica caída de viajeros y ante la ausencia de noticias sobre la prometida ayuda estatal. Además, el impacto de la pandemia en las cuentas municipales impidió aprobar un presupuesto para 2021, forzando una prórroga.

Del pacto de gobierno entre PSOE e IU, se pueden dar por cumplidos más de una veintena de sus 88 puntos, como la ampliación de los servicios de ayuda a domicilio, la gratuidad del autobús para menores de 16 años, la aprobación del IBI diferenciado para gravar más determinadas propiedades (aunque se dejara en suspenso por la pandemia) y la elaboración de un nuevo plan de Normalización Llingüística. Y se avanza en otros como la ampliación de plazas en las escuelas infantiles, la elaboración de un Plan de Movilidad, la recuperación del refugio antiaéreo de Cimavilla y un reglamento de Laicidad.

El plan de barrios, uno de los principales retos que se marcó la alcaldesa, solo cumplió con el 48,4% de las actuaciones programadas para 2020, con otro 18,1% en ejecución y un 23,5% en licitación o redacción. Entre las pendientes están la adecuación interior de Tabacalera, edificio para el que ya se ha definido un plan de usos como centro de cultura contemporánea, y las mejoras del parque de Isabel la Católica.

Este último espacio sí verá antes del verano cómo reabre como paseo peatonal la antigua avenida de El Molinón, una de las primeras medidas anunciadas en materia de movilidad sostenible. Con la pandemia se sumó a ella la peatonalización de parte del Muro, a la espera junto a la fachada marítima de Fomento de que se presenten los planes para una reforma definitiva en la que ambas ganarán espacios de estancia y paseo en detrimento de los coches. Además, se tramitó una nueva ordenanza de movilidad que entrará en vigor en los próximos días y pondrá límites desde 2022 a los vehículos que se consideran más contaminantes. En materia medioambiental, el foco se puso en el Piles, con el compromiso de una renaturalización que generó polémica por su posible afección a la práctica del piragüismo. Y en breve entrarán en servicio los pozos de tormentas del Arbeyal y Hermanos Castro, al tiempo que se ha reiniciado la obra de la depuradora del este.

Con el PGO ya en vigor, el Urbanismo despertó aunque con quejas por los retrasos en la tramitación de licencias. Los mismos que sufren aún las ayudas para la rehabilitación de fachadas y la reforma de manzanas degradadas. Sí se han dado pasos en el diseño de la ampliación del Parque Científico y Tecnológico, para iniciar su urbanización este mandato. Entre los grandes proyectos de ciudad destaca el nuevo cambio de ubicación para la estación intemodal, que irá en Moreda pero para la que aún no hay plazos. Y la transformación de futuro se fía a los fondos europeos, con la elaboración de propuestas como el desarrollo de ecomanzanas.