«Javier Álvarez era muy buena persona y extraordinaria. No se merecía el final que ha tenido»

Los conductores de otros vehículos alertaron a las autoridades. Un equipo de sanitarios del Hospital de Cabueñes se desplazó hasta el lugar del accidente, que nada pudo hacer por salvarle la vida. Pese a las graves heridas que presentaba, los sanitarios realizaron durante varios minutos tareas de reanimación. Javier iba al encuentro de una amiga suya tras comer con su amigo y jefe Alejandro Galán. Álvarez desempeñaba ahora las labores de encargado en el céntrico restaurante El Borne, en la calle León. Galán, aún consternado por la muerte de su amigo, presenció las labores de reanimación en el lugar del accidente. «Es un día muy duro para todos. Javier era una persona excepcional. Nunca me olvidaré de mi gran amigo», lamentó ayer el hostelero.

También fue encargado de la cafetería Carling Goal, ubicada en los bajos de El Molinón. Su propietario, Paco García, se mostró ayer muy afectado por la noticia: «Era muy buena persona y extraordinaria. No se merecía el final que ha tenido».

Sus familiares recibieron ayer en la sala 15 del tanatorio de Cabueñes a un centenar de amigos y clientes. Quienes conocían a Javier sabían de su simpatía y alegría. «Siempre te recibía con una sonrisa. Javi era capaz de alegrarte el día y hacer que pasaras un buen rato cuando le veías. Le vamos a echar mucho de menos», aseguran Pilar Gutiérrez y Miguel Castro, amigos del fallecido.

Natural de Madrid, la familia ha decidido no celebrar funeral y harán un responso en la intimidad en la sala del tanatorio.