La entrada a Gijón por la 'Y', sin una luminaria encendida y la entrada a Oviedo por la misma autopista. José Simal / Alex Piña

Luces y sombras en las carreteras asturianas

Mientras el ahorro energético sumerge a las entradas a Gijón en la oscuridad, Oviedo mantiene todas sus farolas encendidas

Lunes, 22 de enero 2024, 00:28

A oscuras. Circular por las autovías estatales y autonómicas a su paso por el concejo de Gijón supone hacerlo en la más absoluta de las penumbras desde el mismo momento en que se oculta el sol. La nula iluminación de esas vías es más evidente ... en los meses de invierno, cuando ya a partir de las seis de la tarde es de noche. Y ni siquiera los accesos a la ciudad desde dichas vías, salvo algunas excepciones, se libran de ese apagón generalizado de las luminarias.

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En el enlace de Viesques solo están encendidas las farolas del carril de incorporación a la A-8. fotos: josé simal

EL COMERCIO pudo comprobarlo estos días. Llegar a Gijón desde Oviedo, por la 'Y', supone encontrarse con todas las farolas apagadas hasta apenas unos metros antes de desembocar en la glorieta de la avenida de Portugal. Las únicas luces, las del propio vehículo y las del resto que circulan por la autovía. En la A-8 la situación es muy similar. Los vehículos que toman la salida de Viesques para acceder al casco urbano se encuentran con la totalidad de las luminarias apagadas prácticamente hasta llegar a la glorieta de Viñao. Y si la salida que se toma es la de Deva-Cabueñes, más de lo mismo.

Llegar a Gijón por la autopista 'Y' supone entrar al casco urbano en la más absoluta de las penumbras. Las únicas luces, las de los vehículos.

En el caso de llegar a Gijón por la autovía minera, la AS-I, de titularidad autonómica, tras haber realizado todo el trayecto a oscuras, la situación es idéntica. Los vehículos que la abandonan en la salida de Mareo y Granda lo hacen completamente a oscuras. No así los que se incorporan a la autovía en este punto, ya que la salida en dirección Mieres sí que está iluminada. A pocos kilómetros, en la salida de El Llano, sí hay farolas encendidas. Pero solo una de cada cuatro hasta llegar a la glorieta que distribuye los tráficos hacia La Camocha, Ceares y El Llano.

Ante tantas sombras, al conductor que acceda a Gijón por la AS-II, la antigua carretera de Oviedo, le sorprenderá el despliegue lumínico que acompaña esta vía por terrenos de Porceyo hasta alcanzar el casco urbano. Con todas las farolas operativas en ambos sentidos, es, sin duda, el acceso mejor iluminado de Gijón. Y casi la única excepción en un mapa de carreteras que, sin luz solar, discurre entre penumbras.

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Decisión de Fomento en 2010

Este 'apagón' de autovías y autopistas no es nuevo. Lo inició el Ministerio de Fomento en junio de 2010. Fue extendiéndose por todo el territorio e incorporando también vías de titularidad autonómica con el pretexto del ahorro económico. En Asturias el grueso del 'apagón' se ejecutó entre los años 2010 y 2013, cuando fueron desconectadas cientos de farolas.

Otro punto de los accesos a Oviedo en el que se aprecia que la total iluminación de los carriles. pablo nosti

Hoy en día sigue vigente la Orden Circular 36/2015 que establece que en autovías y autopistas sólo está justificada la iluminación «cuando discurran por suelo urbano (ambas márgenes)» y además se registre un umbral de tráfico muy determinado. Debe superar los 80.000 vehículos diarios, aunque en caso de lugares en los que llueva más de 120 días al año, basta con exceder de los 60.000 vehículos al día. En Asturias, ninguna vía estatal alcanza esa cifra, con lo que quedan exentas de poder ser iluminadas.

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Que los accesos a la ciudad carezcan de una correcta iluminación «es algo que no se acaba de entender», expresa el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona urbana de Gijón, Manuel Cañete. Organizaciones como Automovilistas Europeos Asociados llevan tiempo alertando de las consecuencias de estos apagones autorizados por las distintas administraciones. Su presidente, Mario Arnaldo, apunta a un mayor riesgo de sufrir accidentes que algunos estudios cifran en un incremento de la siniestralidad del 30% . «Comprendo que se quiera reducir el gasto energético pero eso se puede conseguir instalando luces de bajo consumo y más duración o detectores de alumbrado». A su juicio, la iluminación en los puntos de enlace (entradas y salidas) debería ser obligatoria, como sí lo es en los tramos de carreteras que discurren en túnel.

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