Casi 5.000 gijoneses, varias carreteras y líneas de ferrocarril, en riesgo alto de sufrir inundaciones

La administración pública quiere poner remedio a esta situación y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha elaborado una serie de mapas sobre la peligrosidad y el riesgo que suponen para personas e infraestructuras las crecidas de los ríos. En Gijón existen tres cuencas fundamentales, aunque algunas de ellas con destacados afluentes. Se trata de la cuenca del río de Pinzales, la del arroyo de La Pedrera y la del río Piles. De estos mapas de riesgo se concluye que en el municipio de Gijón hay casi 5.000 vecinos que viven en una zona de riesgo, así como varias carreteras, vías ferroviarias e, incluso, terrenos agrícolas e industriales.

Las inundaciones, explica la CHC, son un fenómeno natural con gran impacto en las cuencas cantábricas por las elevadas precipitaciones, las características de nuestros ríos y la ocupación histórica de las zonas inundables. De ahí que se hayan elaborado los mapas de peligrosos y de riesgo de inundación como herramienta de información fundamental en la que se basan los planes de gestión del riesgo de inundación.

Es importante indicar que la alta probabilidad de inundación hace referencia a que se puede producir un evento en un periodo de unos diez años y, bajo esa premisa, los datos indican que en Gijón se pueden ver afectados por las crecidas de los ríos un total de 4.748 ciudadanos. Ese número se dispararía a los 12.933 para un escenario de evento extremo y baja probabilidad, pues se considera para un periodo de 500 años.

Sin duda, una crecida del río Piles y sus afluentes (arroyos de Llantones, Santa Cecilia, Aroles, la Vega, Meredal, Fuenteberro, Robledo, La Braña, Peñafrancia, Santurio y San Miguel) sería la que afectaría a más personas, con un total de 3.868. Pero a esto hay que añadir afecciones sobre las carreteras AS-632, AS-248 y A-8, así como a varios equipamientos deportivos y culturales, tipo el Club Hípico Astur, el Grupo Covadonga, El Molinón o el recinto ferial Luis Adaro. Está prevista la inversión de tres millones de euros para la restauración del curso bajo de los cauces del Piles y del Peñafrancia.

El río Pinzales (con sus afluentes los ríos Aboño y Pervera, y los arroyos de Veranes y Reconco) puede poner en alto riesgo a 562 ciudadanos, pero también las carreteras AS-239, AS-325, CE-6 y GI-4, así como la línea ferroviaria de Feve tanto en la zona de Aboño como en la de Pinzales. Pero aquí también estarían en peligro importantes industrias que van desde granjas ganaderas hasta algunas empresas del polígono industrial de Sotiello o la fábrica de ArcelorMittal. Se da la circunstancia que en este caso hay en los cauces numerosos obstáculos transversales y longitudinales, especialmente en la zona industrial.

El, en teoría, cauce menos peligroso es el del arroyo de La Pedrera o Tremañes, con 318 habitantes con alta probabilidad de verse afectados dentro de la zona inundable. En este caso, también se afectaría a la línea ferroviaria de Feve, así como algunas industrias ubicadas en el polígono de Mora-Garay.