Secciones
Servicios
Destacamos
EUGENIA GARCÍA
Lunes, 13 de diciembre 2021, 00:58
David Summers cantaba en los bafles 'Voy a pasármelo bien' y miles de mujeres se lo tomaban al pie de la letra, bailando y pegando saltos para sacudirse de encima los seis grados que hacía poco antes de las diez de la mañana y calentar a tiempo para la salida. Porque la 'marea rosa' de la Carrera de la Mujer volvió ayer, tras el parón de la pandemia, a pisar el asfalto de las calles de Gijón para a lo largo de los 5,5 kilómetros de carrera visibilizar la lucha contra el cáncer.
En la línea de salida, la exmaratoniana Rocío Ríos recibió un emotivo homenaje por parte de la organización. «Cuando empecé a correr si había medio centenar de atletas apenas diez eran mujeres», rememoró la olímpica, para quien poder ver a sus espaldas a 3.500 mujeres protagonizando una carrera en la calle es «lo más grande». También conmovedor fue el momento en que las hermanas Anaí y Paloma González del Castillo, ambas sanitarias en el Hospital de la Paz en Madrid, recibieron un ramo de flores por haber completado las ocho carreras de la mujer del circuito anual, algo aún más meritorio teniendo en cuenta que Paloma acaba de finalizar el tratamiento tras ser diagnosticada de cáncer de mama.
Ver fotos
Se anunció la salida y en tandas de 600 -para reducir las aglomeraciones- arrancó la carrera. Bebés en sus carritos, más de un perro con dorsal, niños en patines... Y mujeres. Mujeres de todas las edades, algunas supervivientes del cáncer; otras hermanas, hijas, madres, amigas o compañeras de trabajo de víctimas de esta enfermedad que tantas vidas ha truncado. Corriendo o caminando, todas ellas -incluso tres religiosas que llevaban el dorsal sobre sus hábitos- se calzaron las zapatillas para recaudar fondos en la XVI Carrera de la Mujer Central Lechera Asturiana.
Lo hicieron, por ejemplo, Iris Páez, que caminaba empujando el carrito de su hijo Yago, de apenas un mes y una semana, acompañada de otras cinco amigas. «Ya vine con mi hija mayor, me gusta aportar a la investigación y apoyar a todas esas mujeres que pasan por esta situación». También Montse Suárez Corteguera y otras 53 trabajadoras de Emulsa, que antes de echar a correr hicieron un corro para animar y aplaudir a las compañeras afectadas por la enfermedad. Con sus compañeras de Cafento acudió a la cita Laura Menéndez, de 26 años, quien recordaba que, pasando una mañana agradable, «esta es una forma de darle visibilidad al cáncer, algo que por desgracia todos vivimos más o menos cerca».
En sus propias carnes lo padeció Conchita Pérez, que corría junto a sus amigas del grupo 'Risas Rosas' y que a sus 62 años decía con orgullo: «Soy una superviviente plena». Diagnosticada a los 35 años, operada de un pecho que no quiso reconstruir, en su momento «lo oculté e incluso mi madre falleció sin saberlo, para que no se preocupara». «Por eso lo cuento ahora, porque es una liberación decirlo». Decir que «el cáncer se puede curar, y eso que el mío era un 'bicho jodido'», que la ciencia ha avanzado mucho y animar a las que están pasando por ello «a contarlo, a tratar de tirar hacia delante y sacar fuerzas de donde no las haya para hacer cosas, distraerse. No rendirse aunque sea difícil». «Prevención, prevención, prevención», recuerda Josefa Florido, de Langreo. «Tengo una hermana y un hermano con cáncer y mi marido murió hace tres años por esta enfermedad. Es muy importante», insiste, como lo es participar en iniciativas como esta en las que, además, «te animas y lo pasas bien». «Es un plan divertido para hacer en familia e inculcar a los peques el compromiso con una buena causa», apuntaba Carolina Mateos, que participó junto a su hija Adriana y su amiga Diana Maseda.Y aunque es cierto que no fue lo mismo que en 2018, cuando participaron 8.000 personas, la más rápida volvió a ser Susana Celorio: «Para mí es una cita muy, muy especial. Es una de las que más me presta correr y la alegría fue doble al ver ese ambiente, con mascarilla y con cuidado, tras la pandemia».
Además de la aportación anual a la Asociación Española contra el Cancer (AECC), la organización apoyará económicamente a Wanawake Mujer, Pulseras Rosas y Clara Campoamor, así como a la fundación asturiana El Pájaro Azul.
Publicidad
Rocío Mendoza | Madrid, Lidia Carvajal y Álex Sánchez
Noelia A. Erausquin | Gijón y Samantha Acosta | Gijón
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.