La EMA certifica que no hay fugas en el emisario submarino de Peñarrubia

«No hay contaminación en Peñarrubia». Así de contundente se mostró la Empresa Municipal de Aguas (EMA) respecto al emisario submarino situado en esa zona del litoral. «No tiene problemas de funcionamiento y no existen vertidos contaminantes que afecten a la costa oriental de Gijón. No solo eso, sino que la calificación del agua de playa es excelente», subrayaron ayer fuentes del organismo público. Éstas son las conclusiones a las que llegó la EMA después de los trabajos realizados a raíz de la denuncia hecha, hace un año, por parte de Xixón Sí Puede.

La EMA encargó una batimetría -topografía submarina- para determinar la posición del tubo que va enterrado bajo una capa de hormigón en sus primeros 900 metros. «Ese trabajo despejó esa incertidumbre y confirmó que la surgencia avistada se encontraba a unos 400 metros de la costa y a unos 40 al oeste del propio emisario», apuntaron. La EMA inició entonces una serie de trabajos para esclarecer esta cuestión. El pasado 18 de abril, la empresa Copcisa y varios técnicos de la empresa municipal comenzaron los trabajos de inspección en el interior del emisario mediante un robot. Sin datos concluyentes tras un mes de trabajo, Copcisa solicitó más tiempo para averiguar el origen del supuesto foco contaminante. Dado que la situación estaba igual que nueve meses antes, el director gerente de la EMA, Vidal Gago, decidió pedir opinión a Francisco Redondo, ingeniero de caminos ya jubilado. Fue él quien apuntó que la hipótesis más probable era que lo que se había considerado una fuga del emisario no sea más que «el afloramiento del acuífero superior de la Formación Gijón».

El director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, confirmó a la EMA la existencia de surtidores como el descrito en esa zona, bien conocidos por los pescadores de la cofradía de Gijón. De hecho, el caladero de pesca situado frente a Peñarrubia lleva el nombre de El Manantial.El siguiente paso efectuado por la EMA fue analizar el agua que afloraba junto al emisario. El pasado viernes, los buzos tomaron muestras en el fondo y la superficie, con el bombeo parado y funcionando; en la zona de surgencia y al final del emisario, situado a más de 2,5 kilómetros cuyos difusores se encuentran a treinta metros de profundidad.

«No existe contaminación»

El resultado de estos análisis fue que «no existe contaminación alguna, salvo la lógica en los puntos de dispersión del final del emisario en profundidad y que los valores obtenidos califican como excelente el agua de baño en la zona». La alcaldesa, Carmen Moriyón, confirmó ayer que el emisario no tiene fugas ni roturas, pero que es necesario estudiar ese acuífero. Según explicó, ese podría ser el origen de las manchas que aparecen en esas aguas de manera ocasional.

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