«Recordad a Charo con una sonrisa»

«No os vayáis de aquí llorando, dedicadle una sonrisa, que sería lo que ella querría». Charo no era «ni de tanatorios ni de funerales», pero ayer a buen seguro que se hubiera emocionado al ver a sus compañeros de la Policía Local y del resto de cuerpos de seguridad sin poder contener las lágrimas por su trágica y repentina muerte el sábado en un accidente en la montaña leonesa.

«Era sobre todo una mujer valiente y pionera, que demostró que en esta vida se puede hacer lo que una se proponga, con esfuerzo y dedicación. Siempre se enfrentó a todo con una sonrisa». Andrea, la hija de Charo Castelao, glosó la figura de su madre ante las muchas personas que quisieron rendirle homenaje en el Centro de Cultura Antiguo Instituto. Recordó cómo fue pionera en 1981 en la primera promoción de mujeres que accedieron a la Policía Local. Y cómo «fue también la primera embarazada en estar de servicio; fue por ella por lo que tuvieron que cambiar el uniforme e incluir el pichi», dijo con orgullo y con la emoción de ver el cariño y el respeto que la agente Castelao cosechó en vida. Con 40 años se diplomó en Trabajo Social y luego cursó un máster con la fuerza de voluntad y el tesón que le acompañaron siempre.

«Estos tres días desde el accidente han sido los más difíciles de mi vida, pero gracias a la capacidad que tenía siempre ella de ver la parte positiva de todas las cosas hemos conseguido sonreír recordando sus anécdotas», dijo su hija durante una intervención seguida por la alcaldesa, Carmen Moriyón; representantes de la corporación local; el jefe de la Policía Local, Alejandro Martínez Gallo; el jefe de los Bomberos, Fernando García; representantes de la Guardia Civil (su hermano y su sobrino pertenecen al Instituto Armado); miembros del ejército, de la Policía Nacional y de otras policías locales de la región, así como los muchos amigos entre los que deja un vacío insustituible.

«Se nos ha ido una policía de raza, de esas con las que siempre quieres trabajar y que todo ciudadano querría que estuviera a su lado en un mal momento», definió Alejandro Martínez Gallo, jefe de la plantilla a la que perteneció en los últimos 36 años.

«Ayudar a los demás»

Sergio Fernández, exasesor del área de Seguridad Ciudadana y actual jefe de la Comisaría de El Coto de la Policía Nacional, fue otro de sus compañeros que quiso aportar su granito de arena en el tributo a la agente. «Conocí a Charo cuando los dos preparábamos las oposiciones en la academia, ya entonces destacaba por su compañerismo y por intentar siempre hacerle la vida más fácil a los demás. Me volví a reencontrar con ella 25 años después y seguía siendo la misma Charo, servicial y siempre dispuesta a arrimar el hombro. Era de esas personas que tenían la cualidad de facilitar las cosas, de echar aceite a los engranajes», relató.

Especialmente emocionados intervinieron sus compañeros del Servicio de Atención a las Víctimas de Accidentes de Tráfico (SAVAT), José Luis Gallego y Ana Bermúdez. Recordaron cómo en las últimas semanas «estaba preocupada por la salud de sus padres -presentes en el acto- y muy contenta después de visitar a su hija Andrea en Nueva York, una hija de la que se sentía tremendamente orgullosa». Charo siempre quiso donar su cuerpo a la ciencia y su familia ha querido cumplir su deseo. Se encuentra ya en una Universidad. La última voluntad de ayudar a los demás, incluso una vez fallecida. «Charito, hablamos», se despidieron sus compañeros.

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