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Los estudiantes, durante la fiesta de graduación.
Los bachilleres de los Jesuitas se gradúan

Los bachilleres de los Jesuitas se gradúan

Los estudiantes del colegio de la Inmaculada recuerdan en su fiesta de graduación con un minuto de silencio a los dos jóvenes fallecidos en Madrid, alumnos de la misma congregación

elcomercio.es

Viernes, 12 de mayo 2017, 18:57

Una jornada de despedida y alegría, pero también una jormada de recuerdo. Los alumnos de segundo de Bachillerato del colegio de la Inmaculada Concepción de Gijón, como otros muchos de otros centros asturianos, han celebrado esta tarde su fiesta de graduación. Sonrisas y satisfacción por el cierre de un ciclo educativo, nervios antes de afrontar la prueba de acceso a la Universidad y tiempo para compartir con sus compañeros.

La tarde ha tenido su momento emotivo, con el recuerdo a los dos jóvenes, José y Belén, fallecidos en Madrid en el accidente de un ascensor. Como los hoy graduados, acababan de terminar sus estudios de Bachillerato en el colegio madrileño de Nuestra Señora del Recuerdo, también de los Jesuitas y estaban con unos compañeros celebrándolo. El chico, de abuela gijonesa, ciudad en la que se casaron sus padres, pasaba muchos veranos en Somió. Un minuto de silencio ha servido para tenerlos presentes. Muchos recordaban en ese tiempo el poema escrito por la madre del joven que desde el centro madrileño hizo llegar al gijonés:

«Me tengo que ir, me llaman de arriba.

El paso es difícil, y es mejor hacerlo breve.

No intentéis entenderlo, no dolerá menos.

Me tengo que ir y me llevo compañía.

No me voy solo. Me voy con quien quiero.

Ya volamos juntos, directos al Cielo.

No intentéis entenderlo, ha llegado mi hora.

Me reclaman de arriba, para que desde allí,

os guarde.

Cuídate mamá, cuida de todos.

Como siempre has hecho, como siempre haces,

como siempre harás.

Me tengo que ir, para poder ayudarte,

a cuidar de papá, a cuidar de mis hermanos,

a cuidar de quién más quiero.

Me sentirás a tu lado, cuando te cueste dormir,

estaré en tu pensamiento, estaré siempre junto a ti.

Y tú me llevarás dentro.

Y cuando abras los ojos, no vayas a despertarme,

habré pasado la noche, velando vuestro descanso,

cuidando de mis hermanos, descansando en tu regazo.

Ya os espero donde debo y estoy bien acompañado

de la persona que quiero.

Me tengo que ir, y junto a ella te espero.»

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