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P. LAMADRID
Jueves, 6 de abril 2017, 02:24
El paseo de Begoña es un lugar de esparcimiento para las familias gijonesas desde hace décadas. Pero en los últimos dos años la tranquilidad habitual del parque se ha visto alterada por la presencia cada vez más habitual de pandillas de adolescentes. Jóvenes que se reúnen para hacer botellón en el pasadizo y en la plaza Nicanor Piñole, para «beber alcohol y fumar porros», tal y como denuncian algunos vecinos de la zona. También es frecuente su presencia en el kiosco de música. Begoña Reina es propietaria de La Fragata, la cafetería situada junto al pasadizo. «El problema es, sobre todo, los fines de semana, que es cuando esto se llena de grupos de chavales que se gritan, se pegan y se insultan», explicó ayer.
Son adolescentes «de entre catorce y dieciséis años» que rompen la tranquilidad del entorno. Incluso ejecutan actos vandálicos. «He llegado mañanas a abrir y encontrado las mesas de la terraza dadas la vuelta, las plantas arrancadas y golpeadas contra los cristales y hasta escupitajos», relató la afectada. Hasta restos de marihuana «y una vez de cocaína» hallaron los dueños del negocio en el mobiliario exterior. El año pasado, uno de estos jóvenes le robó el monopatín a su hijo. «Le empujaron y se lo quitaron a la fuerza, a un niño de diez años», apuntó. Situación que confirma un vecino del portal ubicado en el propio pasadizo, que también señala la cancha deportiva como punto conflictivo. «Les he visto dar pelotazos a las tres de la madrugada cuando hay un cartel que pone que solo puede usarse hasta la diez», señaló. Otros residentes en el mismo edificio confirman la presencia de adolescentes, pero, sin embargo, niegan que causen problemas graves.
Junto a la iglesia
Las pandillas también se reúnen en el entorno de la parroquia de Begoña. «Tenemos el pequeño problema de que se ponen en las escaleras y la gente que va a la iglesia tiene que pedir permiso para pasar, sobre todo los viernes, pero nada más», señaló el carmelita José Antonio García. Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, indicó que, desde el 1 de enero de 2016 hasta ayer, «hubo cuatro denuncias telefónicas en la zona del paseo con el pasadizo y otras siete si contamos la zona de Alfredo Truan, casi todas infundadas. Además, ante algunas quejas vecinales, los días 14, 18 y 19 del noviembre pasado, se ordenó, a mi instancia, un despliegue de control y presencia policial, sin resultado». El edil negó que la Policía Local haya pillado 'in fraganti' a adolescentes haciendo botellón en Begoña, aunque sí se han producido alertas ciudadanas.
Respecto al consumo de cannabis, Aparicio apuntó que «hubo un par de denuncias por teléfono sobre grandes grupos de jóvenes fumando porros en el pasadizo y resultó que eran cuatro amigos fumando tabaco». Asimismo, recordó que Begoña acoge numerosos mercadillos y otras actividades lúdicas y culturales que incluyen seguridad privada, además de un incremento de la presencia policial y de los serenos. Ayer mismo, operarios estaban montando las carpas de un mercado.
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